SAN JUAN DE DIOS
Confesor
Doble
(ornamentos blancos)
Bienaventurados los mansos,
porque ellos poseerán la tierra.
(Mateo 5, 4)
Lección
Bienaventurado el rico que es hallado sin culpa, y que no anda tras el oro, ni pone su esperanza en el dinero ni en los tesoros. ¿Quién es éste, y le elogiaremos? porque ha hecho cosas admirables en su vida. Él fue probado por medio del oro, y hallado perfecto; por lo que reportará gloria eterna. Él podía pecar y no pecó, hacer mal y no lo hizo. Por eso sus bienes están asegurados en el Señor; y celebrará sus limosnas toda la congregación de los santos.
Eclesiástico XXXI, 8-11
Evangelio
En aquel tiempo: Se acercaron a Jesús los fariseos y uno de ellos, Doctor de la Ley, le preguntó con ánimo de ponerle a prueba: “Maestro, ¿cuál es el mandamiento mayor de la Ley?”. Él le dijo: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el mayor y el primer mandamiento. El segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos penden toda la Ley y los Profetas”. Estando aún reunidos los fariseos, Jesús les propuso esta cuestión: “¿Qué pensáis del Cristo? ¿De quién es hijo?”. Dijéronle “de David”. Replicó Él “¿Cómo, entonces, David (inspirado), por el Espíritu, lo llama ‘Señor’, cuando dice: ‘El Señor dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos bajo tus pies?’. Si David lo llama “Señor”, ¿cómo es su hijo?”. Y nadie pudo responderle nada, y desde ese día nadie osó más proponerle cuestiones.
Mateo XXII, 34-46
Visto en: Santo Evangelio del Día (https://santoevangeliodia.blogspot.com/)