SAN CARLOS BORROMEO
Obispo y confesor
Doble
(ornamentos blancos)
Conozco tus obras, y tu fe, y caridad,
y tus servicios y paciencia.
(Apocalipsis 2, 19)
Epístola
En aquellos días Ezequías cayó enfermo de muerte. El profeta Isaías, hijo de Amós, vino a decirle: “Así habla el Señor Dios: Haz testamento, porque muerto eres y no vivirás”. Ezequías volvió su rostro a la pared y oró a al Señor. Dijo: “¡Ah, Señor Dios! Dígnate recordar que yo he andado en tu presencia con fidelidad y corazón perfecto haciendo lo recto a tus ojos”. Y Ezequías lloró con abundantes lágrimas. Entonces le fue dirigida a Isaías la palabra del Señor, diciendo: “Vete y di a Ezequías: Así habla el Señor Dios, Dios de tu padre David: He oído tu plegaria, he visto tus lágrimas y voy a curarte. Añadiré quince años a tus días. Te libraré a ti y a esta ciudad de la mano del rey de Asiria, y ampararé a esta ciudad”.
Isaías XXXVIII, 1-6
Evangelio
En aquel tiempo: Al entrar Jesús en Cafarnaúm, se le acercó un centurión y le rogó diciendo: “Señor, mi criado yace en casa paralítico con terribles sufrimientos”. Dícele Jesús: “Yo iré a curarle”. Replicó el centurión: “Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; basta que lo digas de palabra y mi criado quedará sano. Porque también yo, que soy un subalterno, tengo soldados a mis órdenes, y digo a éste: ‘Vete’, y va; y a otro: ‘Ven’, y viene; y a mi siervo: ‘Haz esto’, y lo hace”. Al oír esto Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían: “Os aseguro que en Israel no he encontrado en nadie una fe tan grande. Y os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se pondrán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los Cielos, mientras que los hijos del Reino serán echados a las tinieblas de fuera; allí será el llanto y el rechinar de dientes”. Y dijo Jesús al centurión: “Anda; que te suceda como has creído”. Y en aquella hora sanó el criado.
Mateo VIII, 5-13
Visto en: Santo Evangelio del Día (https://santoevangeliodia.blogspot.com/)