MARTES DESPUÉS DE LA DOMÍNICA III DE CUARESMA
Simple
(ornamentos morados)
“Señor, apiádate de mí por consideración
tu nombre, porque es suave tu misericordia”
(Salmos CVIII, 21)
Epístola
“Honra a tu padre y a tu madre, para que se prolongue tu vida sobre la tierra que el Señor, tu Dios, te va a dar. No matarás. No cometerás adulterio. No hurtarás. No levantarás falso testimonio contra tu prójimo. No codiciarás la casa de tu prójimo, tampoco codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de las que pertenecen a tu prójimo”. Todo el pueblo percibía los truenos, los relámpagos y el sonido de la trompeta, y (veía como) el monte humeaba; y viéndolo el pueblo temblaba y permanecía a distancia. Y dijeron a Moisés: “Habla tú con nosotros, y escucharemos, pero no hable Dios con nosotros, no sea que muramos”. Respondió Moisés al pueblo: “No temáis, pues para probaros ha venido Dios, y para que su temor esté ante vuestros ojos, a fin de que no pequéis”. Así el pueblo se mantuvo a distancia; pero Moisés se acercó a la densa nube en que estaba Dios. Dios ordena que se erija un altar y dijo el Señor a Moisés: “Así dirás a los hijos de Israel: Vosotros habéis visto que os he hablado desde el cielo. No hagáis junto a Mí dioses de plata, ni os hagáis dioses de oro, antes bien me erigirás un altar de tierra para ofrecer sobre él tus holocaustos y tus ofrendas pacíficas, tus ovejas y tus bueyes. En todo lugar donde Yo veo que se hace memoria de mi nombre vendré a ti y te bendeciré”.
Éxodo XX, 12-24
Evangelio
En aquel tiempo: Dijo Jesús a sus discípulos: “Si tu hermano peca contra ti repréndelo entre ti y él solo; si te escucha, habrás ganado a tu hermano. Si no te escucha toma todavía contigo un hombre o dos, para que por boca de dos testigos o tres conste toda palabra. Si a ellos no escucha, dilo a la Iglesia. Y si no escucha tampoco a la Iglesia, sea para ti como un pagano y como un publicano. En verdad, os digo, todo lo que atareis sobre la tierra, será atado en el cielo, y todo lo que desatareis sobre la tierra, será desatado en el cielo”. “De nuevo, en verdad, os digo, si dos de entre vosotros sobre la tierra se concertaren acerca de toda cosa que pidan, les vendrá de mi Padre celestial. Porque allí donde dos o tres están reunidos por causa mía, allí estoy Yo en medio de ellos”. Entonces Pedro le dijo: “Señor, ¿cuántas veces pecará mi hermano contra mí y le perdonaré? ¿Hasta siete veces?”. Jesús le dijo: “No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete”.
Mateo XVIII, 15-22
Visto en: Santo Evangelio del Día (https://santoevangeliodia.blogspot.com/)