MIÉRCOLES DESPUÉS DE LA DOMÍNICA III DE CUARESMA
Simple
(ornamentos morados)
“Me hiciste conocer las sendas de la vida;
me colmarás de alegría con la vista de tu rostro.”
(Salmos XV, 10)
Epístola
Esto dice el Señor Dios: “Honra a tu padre y a tu madre, para que se prolongue tu vida sobre la tierra que el Señor, tu Dios, te va a dar. No matarás. No cometerás adulterio. No hurtarás. No levantarás falso testimonio contra tu prójimo. No codiciarás la casa de tu prójimo, tampoco codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de las que pertenecen a tu prójimo”. Todo el pueblo percibía los truenos, los relámpagos y el sonido de la trompeta, y (veía cómo) el monte humeaba; y viéndolo el pueblo temblaba y permanecía a distancia. Y dijeron a Moisés: “Habla tú con nosotros, y escucharemos, pero no hable Dios con nosotros, no sea que muramos”. Respondió Moisés al pueblo: “No temáis, pues para probaros ha venido Dios, y para que su temor esté ante vuestros ojos, a fin de que no pequéis”. Así el pueblo se mantuvo a distancia; pero Moisés se acercó a la densa nube en que estaba Dios. Y dijo el Señor a Moisés: “Así dirás a los hijos de Israel: Vosotros habéis visto que os he hablado desde el cielo. No hagáis junto a Mí dioses de plata, ni os hagáis dioses de oro, antes bien me erigirás un altar de tierra para ofrecer sobre él tus holocaustos y tus ofrendas pacíficas, tus ovejas y tus bueyes. En todo lugar donde Yo veo que se hace memoria de mi nombre vendré a ti y te bendeciré”.
Éxodo XX, 12-24
Evangelio
Entonces se acercaron a Jesús algunos fariseos y escribas venidos de Jerusalén, los cuales le dijeron: “¿Por qué tus discípulos quebrantan la tradición de los antepasados?, ¿por qué no se lavan las manos antes de comer?”. Él les respondió y dijo: “Y vosotros ¿por qué traspasáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición? Dios ha dicho: ‘Honra a tu padre y a tu madre’, y: ‘El que maldice a su padre o a su madre, sea condenado a muerte’. Vosotros, al contrario, decís: ‘Cualquiera que diga a su padre o a su madre: Es ofrenda (para el Templo) aquello con lo cual yo te podría haber socorrido, –no tendrá que honrar a su padre o a su madre’. Y vosotros habéis anulado la palabra de Dios por vuestra tradición. Hipócritas, con razón Isaías profetizó de vosotros diciendo: ‘Este pueblo con los labios me honra, pero su corazón está lejos de Mí. En vano me rinden culto, pues que enseñan doctrinas que son mandamientos de hombres’”. Y habiendo llamado a la multitud, les dijo: “¡Oíd y entended! No lo que entra en la boca mancha al hombre; sino lo que sale de la boca, eso mancha al hombre”. Entonces sus discípulos vinieron a Él y le dijeron: “¿Sabes que los fariseos, al oír aquel dicho, se escandalizaron?”. Les respondió: “Toda planta que no haya plantado mi Padre celestial, será arrancada. Dejadlos: son ciegos que guían a ciegos. Si un ciego guía a otro ciego, caerán los dos en el hoyo”. Pedro, entonces, le respondió y dijo: “Explícanos esa parábola”. Y dijo Jesús: “¿Todavía estáis vosotros también faltos de entendimiento? ¿No sabéis que todo lo que entra en la boca, pasa al vientre y se echa en lugar aparte? Pero lo que sale de la boca, viene del corazón, y eso mancha al hombre. Porque del corazón salen pensamientos malos, homicidios, adulterios, fornicaciones, hurtos, falsos testimonios, blasfemias. He aquí lo que mancha al hombre; mas el comer sin lavarse las manos, no mancha al hombre”.
Mateo XV, 1-20
Visto en: Santo Evangelio del Día (https://santoevangeliodia.blogspot.com/)