Santo Evangelio del Día: 2 de abril

Martes de Pascua

MARTES DE LA OCTAVA DE PASCUA

Doble de primera clase
(ornamentos blancos)

“Alabad al Señor e invocad su nombre:
anunciad a los pueblos sus maravillas”.
(Salmos CIV, 1)

 

Lección

En aquellos días: Levantose entonces Pablo y haciendo señal (de silencio) con la mano, dijo: “Varones israelitas y los que teméis a Dios, escuchad. Varones, hermanos, hijos del linaje de Abrahán, y los que entre vosotros son temerosos de Dios, a vosotros ha sido enviada la palabra de esta salvación. Pues los habitantes de Jerusalén y sus jefes, desconociendo a Él y las palabras de los profetas que se leen todos los sábados, les dieron cumplimiento, condenándolo; y aunque no encontraron causa de muerte, pidieron a Pilato que se le quitase la vida. Y después de haber cumplido todo lo que de Él estaba escrito, descolgáronle del madero y le pusieron en un sepulcro. Mas Dios le resucitó de entre los muertos, y se apareció durante muchos días a aquellos que con Él habían subido de Galilea a Jerusalén. Los cuales ahora son sus testigos ante el pueblo. Nosotros os anunciamos la promesa dada a los padres, ésta es la que ha cumplido Dios con nosotros, los hijos de ellos, resucitando a Jesús según está escrito también en el Salmo segundo: ‘Tú eres mi Hijo, hoy te he engendrado’”.

Hechos, XIII, 16, 26-33

Evangelio

En aquel tiempo: Se presentó Jesús en medio de ellos diciendo: “Paz a vosotros”. Mas ellos, turbados y atemorizados, creían ver un espíritu. Él entonces les dijo: “¿Por qué estáis turbados? y ¿por qué se levantan dudas en vuestros corazones? Mirad mis manos y mis pies: soy Yo mismo. Palpadme y ved que un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que Yo tengo”. Y diciendo esto, les mostró sus manos y sus pies. Como aún desconfiaran, de pura alegría, y se estuvieran asombrados, les dijo: “¿Tenéis por ahí algo de comer?”. Le dieron un trozo de pez asado. Lo tomó y se lo comió a la vista de ellos. Después les dijo: “Esto es aquello que Yo os decía, cuando estaba todavía con vosotros, que es necesario que todo lo que está escrito acerca de Mí en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos se cumpla”. Entonces les abrió la inteligencia para que comprendiesen las Escrituras. Y les dijo: “Así estaba escrito que el Cristo sufriese y resucitase de entre los muertos al tercer día, y que se predicase, en su nombre el arrepentimiento y el perdón de los pecados a todas las naciones, comenzando por Jerusalén”.

Lucas XXIV, 36-47

Visto en: Santo Evangelio del Día (https://santoevangeliodia.blogspot.com/)

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