SANTA BIBIANA
Virgen y mártir
Semidoble
(ornamentos encarnados)
El mundo está crucificado para mí,
y yo estoy crucificado para el mundo.
(Gálatas 6, 14)
Epístola
Tú ensalzaste mi casa sobre la tierra, y yo te supliqué que me librases de la muerte, que todo lo disuelve. Invoqué al Señor, Padre de mi Señor, que no me desamparase en el tiempo de mi tribulación, y mientras dominaren los soberbios. Alabaré sin cesar tu nombre, y le celebraré con acciones de gracias; pues fue oída mi oración. Me libraste de la perdición, y me sacaste a salvo en el tiempo calamitoso. Por tanto te glorificaré, te cantaré alabanzas, y bendeciré el nombre del Señor.
Eclesiástico LI, 13-17
Evangelio
En aquel tiempo: Dijo a Jesús a sus discípulos la siguiente parábola: “El reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo; un hombre, habiéndolo descubierto, lo volvió a esconder, y en su gozo fue y vendió todo lo que tenía, y compró aquel campo. También, el reino de los cielos es semejante a un mercader en busca de perlas finas. Habiendo encontrado una de gran valor, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró. También es semejante el reino de los cielos a una red que se echó en el mar y que recogió peces de toda clase. Una vez llena, la tiraron a la orilla, y sentándose juntaron los buenos en canastos, y tiraron los malos. Así será en la consumación del siglo. Saldrán los ángeles y separarán a los malos de en medio de los justos, y los echarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes. ¿Habéis entendido todo esto?”. Le dijeron: “Sí”. Entonces, les dijo: “Así todo escriba que ha llegado a ser discípulo del reino de los cielos, es semejante al dueño de casa que saca de su tesoro lo nuevo y lo viejo”.
Mateo XIII, 44-52
Visto en: Santo Evangelio del Día (https://santoevangeliodia.blogspot.com/)