SAN ALFONSO MARÍA LIGORIO
Obispo, confesor y doctor de la Iglesia
Doble
(ornamentos blancos)
El celo por tu casa me devora.
(Juan 2, 17)
Lección
Hermanos: Hijo mío, vigorízate en la gracia que se halla en Cristo Jesús. Y lo que me oíste en presencia de muchos testigos, eso mismo transmítelo a hombres fieles, los cuales serán aptos para enseñarlo a otros. Sufre conmigo los trabajos como buen soldado de Cristo Jesús. Ninguno que milita como soldado se deja enredar en los negocios de la vida; así podrá complacer al que le alistó. Asimismo, el que combate como atleta, no es coronado si no combate en regla. El labrador que se fatiga debe ser el primero en participar de los frutos. Entiende lo que digo, ya que el Señor te dará inteligencia en todo.
II Timoteo II, 1-7
Evangelio
En aquel tiempo: Después de esto, el Señor designó todavía otros setenta y dos, y los envió de dos en dos delante de Él a toda ciudad o lugar, adonde Él mismo quería ir. Y les dijo: “La mies es grande, y los obreros son pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies. Id: os envío como corderos entre lobos. No llevéis ni bolsa, ni alforja, ni calzado, ni saludéis a nadie por el camino. En toda casa donde entréis, decid primero: ‘Paz a esta casa’. Y si hay allí un hijo de paz, reposará sobre él la paz vuestra; si no, volverá a vosotros. Permaneced en la misma casa, comiendo y bebiendo lo que os den, porque el obrero es acreedor a su salario. No paséis de casa en casa. Y en toda ciudad en donde entréis y os reciban, comed lo que os pusieren delante. Curad los enfermos que haya en ella, y decidles: ‘El reino de Dios está llegando a vosotros’”.
Lucas X, 1-9
Visto en: Santo Evangelio del Día (https://santoevangeliodia.blogspot.com/)