MARTES DENTRO DE LA CUARTA SEMANA DE CUARESMA
Simple
(ornamentos morados)
“Levántate Señor, ayúdanos y líbranos
por amor de tu nombre”.
(Salmos XLIII, 21)
Epístola
En aquellos días: Habló el Señor a Moisés, y dijo: “¡Ve, baja! porque ha pecado tu pueblo que sacaste de la tierra de Egipto. Muy pronto se han apartado del camino que Yo les había prescrito. Se han hecho un becerro de fundición y se han postrado ante él; le han ofrecido sacrificios y han dicho: “Este es tu Dios, oh Israel, el que te ha sacado de la tierra de Egipto”. Y dijo el Señor a Moisés: “Veo que este pueblo es un pueblo de dura cerviz. Déjame ahora para que se encienda mi ira contra ellos y los consuma; de ti, en cambio, haré un gran pueblo”. Pero Moisés imploró al Señor, su Dios, diciendo: “¿Por qué, oh Señor, ha de encenderse tu ira contra tu pueblo, que Tú sacaste de la tierra de Egipto con gran poder y mano fuerte? ¿Por qué han de decir los egipcios: Para hacerles mal los ha sacado a fin de matarlos en las montañas, y extirparlos de sobre la faz de la tierra? Deja el ardor de tu ira y arrepiéntete del mal contra tu pueblo. Acuérdate de Abrahán, de Isaac y de Israel, siervos tuyos, a los cuales por Ti mismo juraste, diciéndoles: Multiplicaré vuestra descendencia como las estrellas del cielo; y toda esta tierra que os tengo prometida, la daré a vuestros descendientes, y ellos la poseerán para siempre”. Y se arrepintió el Señor del mal con que había amenazado a su pueblo.
Éxodo XXXII, 7-14
Evangelio
En aquel tiempo: Estaba ya mediada la fiesta, cuando Jesús subió al Templo, y se puso a enseñar. Los judíos estaban admirados y decían: “¿Cómo sabe éste letras, no habiendo estudiado?”. Replicoles Jesús y dijo: “Mi doctrina no es mía, sino del que me envió. Si alguno quiere cumplir Su voluntad, conocerá si esta doctrina viene de Dios, o si Yo hablo por mi propia cuenta. Quien habla por su propia cuenta, busca su propia gloria; pero quien busca la gloria del que lo envió, ese es veraz, y no hay en él injusticia. ¿No os dio Moisés la Ley? Ahora bien, ninguno de vosotros observa la Ley. (Entonces) ¿por qué tratáis de quitarme la vida?”. La turba le contestó: “Estas endemoniado. ¿Quién trata de quitarte la vida?”. Jesús les respondió y dijo: “Una sola obra he hecho, y por ello estáis desconcertados todos”.
Juan VII, 14-21
Visto en: Santo Evangelio del Día (https://santoevangeliodia.blogspot.com/)