SAN EUSEBIO
Obispo y mártir
Semidoble
(ornamentos encarnados)
La voluntad de Dios es que seáis santos.
(1 Tesalonicenses 4, 3)
Epístola
Hermanos: Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de las misericordias y Dios de toda consolación; el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que nosotros podamos consolar a los que están en cualquier tribulación, con el consuelo con que nosotros mismos somos consolados por Dios. Porque así como abundan los padecimientos de Cristo para con nosotros, así por Cristo abunda nuestra consolación. Si sufrimos, es para vuestra consolación y salud; si somos consolados, es para vuestra consolación, que se muestra eficaz por la paciencia con que sufrís los mismos padecimientos que sufrimos nosotros. Y nuestra esperanza sobre vosotros es firme, sabiendo que, así como participáis en los padecimientos, así también en la consolación.
II Corintios I, 3-7
Evangelio
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “Si alguno quiere seguirme, renúnciese a sí mismo, y lleve su cruz y siga tras de Mí. Porque el que quisiere salvar su alma, la perderá; y quien pierda su alma por mi causa, la hallará. Porque ¿de qué sirve al hombre, si gana el mundo entero, mas pierde su alma? ¿O que podrá dar el hombre a cambio de su alma? Porque el Hijo del hombre ha de venir, en la gloria de su Padre, con sus ángeles, y entonces dará a cada uno según sus obras”.
Mateo XVI, 24-27
Visto en: Santo Evangelio del Día (https://santoevangeliodia.blogspot.com/)