SAN PABLO
Primer ermitaño
Doble
(ornamentos blancos)
Cualquiera de vosotros que no renuncia a todo
lo que posee, no puede ser mi discípulo.
(Lucas 14, 33)
Lección
Hermanos: Las cosas que a mis ojos eran ganancia, las he tenido por daño a causa de Cristo. Más aún, todo lo tengo por daño a causa de la preexcelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor. Por Él lo perdí todo; y todo lo tengo por basura con tal de ganar a Cristo y en Él hallarme –no teniendo justicia mía, la de la Ley, sino la que es por la fe en Cristo, la justicia que viene de Dios fundada sobre la fe de conocerlo a Él y la virtud de su Resurrección y la participación de sus padecimientos– conformado a la muerte Suya, por si puedo alcanzar la resurrección, la que es de entre los muertos. No es que lo haya conseguido ya, o que ya esté yo perfecto, antes bien sigo por si logro asir aquello para lo cual Cristo Jesús me ha asido a mí.
Filipenses III, 7-12
Evangelio
Por aquel tiempo Jesús dio una respuesta, diciendo: “Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque encubres estas cosas a los sabios y a los prudentes, y las revelas a los pequeños. Así es, oh Padre, porque esto es lo que te agrada a Ti. A Mí me ha sido transmitido todo por mi Padre, y nadie conoce bien al Hijo sino el Padre, ni al Padre conoce bien nadie sino el Hijo y aquel a quien el Hijo quisiere revelar (lo). Venid a Mí todos los agobiados y los cargados, y Yo os haré descansar. Tomad sobre vosotros el yugo mío, y dejaos instruir por Mí, porque manso soy y humilde en el corazón; y encontrareis reposo para vuestras vidas. Porque mi yugo es excelente; y mi carga es liviana”.
Mateo 11, 25-30
Visto en: Santo Evangelio del Día (https://santoevangeliodia.blogspot.com/)