MIÉRCOLES DE LAS TÉMPORAS DE PENTECOSTÉS
Semidoble
(ornamentos encarnados)
“Por la palabra del Señor se consolidaron
los cielos y por Soplo de su boca les vino todo su poder”.
(Salmos XXXII, 6)
Epístola
En aquellos días: Hacíanse por manos de los apóstoles muchos milagros y prodigios en el pueblo; y todos se reunían de común acuerdo en el pórtico de Salomón. De los demás nadie se atrevía a juntarse con ellos, pero el pueblo los tenía en gran estima. Agregáronse todavía más creyentes al Señor, muchedumbre de hombres y mujeres, de tal manera que sacaban a los enfermos a las calles, poniéndolos en camillas y lechos, para que al pasar Pedro, siquiera su sombra cayese sobre uno de ellos. Concurría también mucha gente de las ciudades vecinas de Jerusalén, trayendo enfermos y atormentados por espíritus inmundos, los cuales eran sanados todos.
Hechos V, 12-16
Evangelio
En aquel tiempo: Dijo Jesús a las turbas de los judíos: “Ninguno puede venir a Mí, si el Padre que me envió, no lo atrae; y Yo lo resucitaré en el último día. Está escrito en los profetas: ‘Serán todos enseñados por Dios’. Todo el que escuchó al Padre y ha aprendido, viene a Mí. No es que alguien haya visto al Padre, sino Aquel que viene de Dios, Ése ha visto al Padre. En verdad, en verdad, os digo, el que cree tiene vida eterna. Yo soy el pan de vida. Los padres vuestros comieron en el desierto el maná y murieron. He aquí el pan, el que baja del cielo para que uno coma de él y no muera. Yo soy el pan, el vivo, el que bajó del cielo. Si uno come de este pan vivirá para siempre, y por lo tanto el pan que Yo daré es la carne mía para la vida del mundo”. Empezaron entonces los judíos a discutir entre ellos y a decir: “¿Cómo puede éste darnos la carne a comer?”.
Juan VI, 44-52
Visto en: Santo Evangelio del Día (https://santoevangeliodia.blogspot.com/)