SIETE SANTOS FUNDADORES DE LA ORDEN DE SIERVOS
DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA
Doble
(ornamentos blancos)
“Sepultados en paz fueron sus cuerpos;
y vive su nombre por todos los siglos”.
(Eclesiástico XLIV, 14)
Lección
Alabemos a los varones ilustres, a nuestros mayores, a los que debemos el ser. Cosas muy gloriosas obró el Señor por su magnificencia con ellos desde el principio del mundo. Gobernaron sus estados, fueron hombres grandes en valor, y adornados de prudencia; y como profetas que eran, hicieron conocer la dignidad de profeta. Gobernaron al pueblo de su tiempo con la virtud de la prudencia, dando muy santas instrucciones a sus súbditos. Con su habilidad inventaron tonos musicales y compusieron los cánticos de las Escrituras. Hombres ricos en virtudes, solícitos del decoro, pacíficos en sus casas. Todos éstos alcanzaron gloria, en los tiempos de su pueblo, y eran honrados en su siglo. Los que de ellos nacieron, dejaron un nombre que hace recordar sus alabanzas. Mas hay de quienes no queda memoria, que perecieron como si nunca hubieran existido. Nacieron como si no hubiesen nacido, así ellos como sus hijos. Pero aquellos fueron varones misericordiosos, y su piedad no salió fallida. En su descendencia permanecen sus bienes. Sus nietos son una sucesión santa, y su posteridad se mantuvo constante en las alianzas. Por el mérito suyo durará para siempre su descendencia; nunca perecerá su gloria. Sepultados en paz fueron sus cuerpos; y vive su nombre por todos los siglos. Celebren los pueblos su sabiduría, y repítanse sus alabanzas en la Iglesia.
Eclesiástico XLIV, 1-15
Evangelio
En aquel tiempo: Dijo Pedro a Jesús: “Tú lo ves, nosotros hemos dejado todo, y te hemos seguido; ¿que nos espera?”. Jesús les dijo: “En verdad, os digo, vosotros que me habéis seguido, en la regeneración, cuando el Hijo del hombre se siente sobre su trono glorioso, os sentaréis, vosotros también, sobre doce tronos, y juzgaréis a las doce tribus de Israel. Y todo el que dejare casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o mujer, o hijos, o campos por causa de mi nombre, recibirá el céntuplo y heredará la vida eterna.
Mateo XIX, 27-29
Visto en: Santo Evangelio del Día (https://santoevangeliodia.blogspot.com/)