Martirologio romano
En Nacianzo de Capadocia, el tránsito de san Gregorio, obispo, confesor y doctor de la Iglesia, llamado el Teólogo por su excelente doctrina de las cosas divinas; el cual, ejerciendo el episcopado en la ciudad de Constantinopla, restableció en ella la fe católica que estaba decaída, y reprimió las herejías que se levantaban.
En Roma, san Hermas, de quien hace mención el apóstol san Pablo en la Epístola a los Romanos. Este santo, sacrificándose dignamente a sí mismo y hecho hostia aceptable a Dios, esclarecido en virtudes, subió al reino celestial.
En Cagli, en la vía Flaminia, el martirio de san Geroncio, obispo de Cervia.
En Persia, trescientos diez santos mártires.
En Egipto, san Pacomio, abad, que erigió en aquella región muchos monasterios y escribió para los monjes una regla dictada por un ángel.
En Vendôme de Francia, el tránsito de san Beato, confesor.
En Bolonia, san Nicolás Albérgato, monje cartujo, obispo de aquella ciudad y cardenal de la Santa Iglesia Romana, esclarecido en santidad y por sus Legaciones Apostólicas; cuyo cuerpo está sepultado en el templo de los Cartujos de Florencia.
En Constantinopla, la traslación de los santos Andrés, apóstol, y Lucas, evangelista, desde Acaya, y de Timoteo, uno de los discípulos del apóstol san Pablo, desde Éfeso. El cuerpo de san Andrés fue, después de largo tiempo, llevado a Amalfi, donde se venera con devoto concurso de los fieles; de su sepulcro mana continuamente licor que sana a los enfermos.
En Roma asimismo, la traslación de san Jerónimo, presbítero, confesor y doctor de la Iglesia, desde Belén de Judá a la Basílica de Santa María ad Præsepe.
También en Barí de la Pulla, la traslación de san Nicolás, obispo y confesor, desde Myra, ciudad de Licia.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Alabado y glorificado sea Dios eternamente.
Tomado de Cristo ¿Vuelve o no Vuelve? (https://vuelvecristo.blogspot.com/) y de Año Cristiano de Juan Croisset, S.J.