Martirologio Romano: 9 de agosto

Martirologio romano

La vigilia de san Lorenzo, mártir.

En Roma, san Román, soldado y mártir, el cual compungido por la constante confesión de san Lorenzo, le pidió el bautismo; después, declarándose cristiano, fue apaleado y degollado.

En Toscana, el triunfo de los santos mártires Secundino, Marceliano y Veriano; los cuales, en tiempo de Decio y por orden del consular Promoto, fueron primero azotados, después suspendidos en el potro, desgarrados con uñas de hierro, quemados con fuego los costados, y finalmente, cortadas las cabezas, merecieron la palma triunfal del martirio.

En Verona, los santos mártires Firmo y Rústico, los cuales, en tiempo del emperador Maximiano, y siendo juez Anolino, como rehusasen sacrificar a los ídolos y perseverasen constantes en la fe de Cristo, superados otros tormentos, fueron ambos apaleados y después decapitados.

En África, la conmemoración de muchísimos santos mártires, que en la persecución de Valeriano, mientras san Numídico los exhortaba a la constancia, arrojados a las llamas, alcanzaron la corona del martirio. El mismo Numídico, aunque arrojado con los demás a la hoguera y cubierto de piedras, fue de entre ellas sacado por una hija suya, que hallándole todavía vivo, le curó. Más tarde mereció por su virtud ser designado por san Cipriano presbítero de la Iglesia de Cartago.

En Constantinopla, los santos mártires Julián, Marciano y otros ocho, los cuales, por haber colocado una imagen del Salvador en la puerta de bronce, todos por orden del impío emperador León, al cabo de muchos suplicios fueron muertos con la espada.

En Chalons de Francia, san Domiciano, obispo y confesor.

En Brives-la-Gaillarde en el Limosín, san Martín de Brives.

En Ceuzay en el Maine en el arcedianato de Passsais, san Ernie, confesor.

En el Franco Condado, san Amor y san Viastro, a quienes quitaron la vida con crueldad.

En Ruan, el venerable Maurillo, obispo, a quien Juan de Abrantes dedicó su libro de los Oficios eclesiásticos.

En Egipto, san Antonio de Alejandría, muerto mártir en una hornaza.

En Abruzo, san Fauques, solitario.

San Juan Bautista María Vianney, presbítero y confesor, celestial patrono de todos los párrocos, de cuyo tránsito se hace mención el día 4 de agosto.

Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.

R. Alabado y glorificado sea Dios eternamente.

 

Tomado de Cristo ¿Vuelve o no Vuelve? (https://vuelvecristo.blogspot.com/) y de Año Cristiano de Juan Croisset, S. J.

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