Martirologio romano
La fiesta del santísimo Rosario de la bienaventurada Virgen María, y también la conmemoración de santa María de la Victoria, que el Sumo Pontífice san Pío V ordenó se celebrase cada año por la insigne victoria naval conseguida en este día por los cristianos, con el auxilio de la misma santísima Madre de Dios, contra los turcos.
En Roma, en la vía Ardeatina, el tránsito de san Marcos, papa y confesor.
En la provincia llamada Augusta del Eufrates, san Sergio y san Baco, mártires, nobles romanos, en el imperio de Maximiano. A Baco azotaron con duros nervios, hasta que, despedazado todo el cuerpo, expiró confesando a Cristo; a Sergio pusieron un calzado erizado de clavos, mas permaneciendo inconmovible en la fe, por sentencia del Juez fue degollado. Del nombre de san Sergio el sitio donde está sepultado se llamó Sergiópolis, y por los insignes milagros es venerado con numerosa concurrencia de los fieles.
En Roma, san Marcelo y san Apuleyo, mártires, los cuales, primero siguieron a Simón Mago; mas, viendo las maravillas que por el Apóstol Pedro obraba el Señor, ambos, dejando a Simón, se aplicaron a la doctrina apostólica, y después del martirio de los apóstoles, en tiempo del consular Aureliano, reportaron la corona del martirio, y fueron sepultados no lejos de la ciudad.
Igualmente en Augusta del Eufrates, santa Julia, virgen, la cual, en tiempo del presidente Marciano, consumó el martirio.
En Padua, santa Justina, virgen y mártir, que, bautizada por san Prosdócimo, discípulo de san Pedro, y perseverando constante en la fe de Cristo, traspasada con un cuchillo de orden del presidente Máximo, pasó al Señor.
En Bourges de Aquitania, san Augusto, presbítero y confesor.
En una aldea de Reims, san Helano, presbítero.
En Suecia, la Traslación del cuerpo de santa Brígida, viuda.
En Cleder obispado de León en Bretaña, san Ke, solitario.
En Saintes, san Palais, obispo.
Cerca de Aubigny en el Berri, san Leopardino, monje, víctima de unos asesinos.
En Beaune de Borgoña, san Pipo, diácono.
Dicho día, san Rigaudo, venerado como mártir por los benedictinos de un monasterio de su nombre en el obispado de Macon.
En Inglaterra, santa Osita, virgen, coronada con el martirio por los normandos idólatras procedentes de Dinamarca.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Alabado y glorificado sea Dios eternamente.
Tomado de Cristo ¿Vuelve o no Vuelve? (https://vuelvecristo.blogspot.com/) y de Año Cristiano de Juan Croisset, S. J.