Martirologio Romano: 5 de octubre

Martirologio romano

En Mesina de Sicilia, el triunfo de san Plácido, monje, de los discípulos de san Benito Abad, y sus hermanos san Eutiquio y san Victorino, y la hermana de éstos santa Flavia, virgen; asimismo san Donato, san Firmato, san Diácono, san Fausto y otros treinta monjes; todos los cuales, en odio a la fe de Cristo, fueron asesinados por el pirata Manuca.

En Esmirna, el triunfo de san Traseas, obispo de Eumenia, que murió mártir.

En Auxerre. el tránsito de los hermanos san Firmato, diácono, y santa Flaviana, virgen.

En Tréveris, san Palmacio y sus compañeros, mártires, que en la persecución de Diocleciano, de orden del presidente Ricciovaro, sufrieron el martirio.

El mismo día, el martirio de santa Catalina, virgen, la cual, en tiempo del Emperador Diocleciano y del consular Domicio, fue atormentada en el fuego y arrojada en el mar, de donde salió ilesa; mas luego, cortadas las manos y los pies y arrancados los dientes, puesta en oración, entregó su espíritu.

En Ravena, san Marcelino, obispo y confesor.

En Valencia de Francia, san Apolinar, obispo, cuya vida fue ilustre en virtudes, y la muerte honrada con prodigios y milagros.

El mismo día, san Atilano, obispo de Zamora, a quien san Urbano II papa puso en el número de los santos.

En Roma, santa Gala, viuda, hija del cónsul Símaco, la cual, muerto su esposo, pasó muchos años junto a la Iglesia de san Pedro, consagrada a la oración, limosnas, ayunos y otras santas obras; su felicísimo tránsito fue descrito por san Gregorio papa.

En el Limosín, el tránsito de san Austricliniano, presbítero.

En Soissons, san Diviciano, obispo.

En Constanza, san Constante y san Alejandro, mártires.

En Nevers, san Jerónimo, obispo.

En Aoste al pie de los Alpes, el bienaventurado Gal, obispo de dicha ciudad.

En Persia, el martirio de santa Mamelta, apedreada por el pueblo enfurecido.

En Egipto, san Belafo y san Vacasio, mártires.

En Bodec, diócesis de Paderbon en Wesfalia, san Meinon, diácono, a quien los alemanes llaman Meenolf.

En Florencia, el bienaventurado Pedro de Imola, caballero de San Juan de Jerusalén, prior de Roma

Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.

R. Alabado y glorificado sea Dios eternamente.

 

Tomado de Cristo ¿Vuelve o no Vuelve? (https://vuelvecristo.blogspot.com/) y de Año Cristiano de Juan Croisset, S. J.

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