Martirologio romano
En Tesalónica, de Macedonia, santos mártires Agatópode, diácono, y Teodulo, lector, que, a causa de su confesión de la fe cristiana, en tiempo del emperador Maximiano, y por mandato del prefecto Faustino, fueron arrojados al mar con una piedra atada al cuello.
En Milán, deposición de san Ambrosio, obispo, que, en el día del Sábado Santo marchó al encuentro de Cristo vencedor de la muerte. Su memoria se celebra el 7 de diciembre en el día de su ordenación.
En Sevilla, en la Hispania Bética, san Isidoro, obispo y doctor de la Iglesia, cuya memoria se celebra en España el día veintiséis de este mismo mes.
En Constantinopla, san Platón, hegúmeno, que durante muchos años luchó con ánimo invencible contra los destructores de las sagradas imágenes y, con su sobrino Teodoro, organizó el célebre monasterio de Studión.
En Palestina, san Zósimo, anacoreta, el cual enterró el cuerpo de santa María Egipciaca.
En Poitiers, en Aquitania, san Pedro, obispo, que favoreció los comienzos de la orden de Fontevrault y, removido injustamente de la sede, falleció exiliado en Chauvigny.
En Palermo, de Sicilia, en Italia, san Benito Massarari, denominado el “Negro” por el color de su piel, fue primero eremita, y entró después en la orden de los Hermanos Menores, mostrándose humilde en todo y siempre lleno de fe en la divina Providencia.
En Catania, Sicilia, beato José Benito Dusmet, obispo, de la orden de San Benito, que fomentó vivamente el culto divino, la instrucción cristiana del pueblo y el celo en el clero, y en tiempo de pestilencia prestó auxilio a los enfermos.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Alabado y glorificado sea Dios eternamente.
Tomado de Cristo ¿Vuelve o no Vuelve? (https://vuelvecristo.blogspot.com/) y de Año Cristiano de Juan Croisset, S.J.