Martirologio Romano: 30 de septiembre

Martirologio romano

En Belén de Judá, el tránsito de san Jerónimo, presbítero, confesor y doctor de la Iglesia, el cual, consumado en el estudio de todas las ciencias y hecho imitador de los monjes perfectos, con la espada de su doctrina dio muerte a muchos monstruos de herejías, y finalmente habiendo llegado a la edad decrépita, descansó en paz y fue sepultado junto al pesebre del Señor. Su cuerpo, trasladado después a Roma, fue colocado en la Basílica de santa María la Mayor.

En Roma, el tránsito de san Francisco de Borja, sacerdote y confesor, que fue prepósito general de la Compañía de Jesús, varón memorable por la aspereza de vida, don de oración y por haber renunciado las dignidades del siglo y rehusado las de la Iglesia. Su fiesta se celebra el 10 de octubre.

En Lisieux de Francia, el tránsito de santa Teresa del Niño Jesús, de la orden de Carmelitas Descalzos, muy esclarecida por la inocencia y sencillez de vida. El Sumo Pontífice Pío XI la puso en el catálogo de las santas vírgenes, la declaró especial patrona de todas las misiones, y mandó que su fiesta se celebre el día 3 de octubre.

En Roma, san Leopardo, mártir, que fue de la servidumbre de Juliano Apóstata, y a quien le fue cortada la cabeza, y su cuerpo después trasladado a Aquisgrán.

En Soleure de Francia, el suplicio de san Víctor y san Urso, mártires, de la gloriosa legión de los tebeos, los cuales primero, imperando Maximiano, fueron atormentados con crueles suplicios, pero librados por una luz celestial que, resplandeciendo sobre ellos, hizo caer en tierra a los verdugos; después fueron arrojados al fuego, y, no recibiendo daño alguno, por último perecieron pasados a cuchillo.

En Plasencia, san Antonino, mártir, de la misma legión.

El mismo día, san Gregorio, obispo de Armenia la Mayor, el cual, en tiempo de Diocleciano, padeció muchos tormentos y por fin, imperando Constantino Magno, descansó en paz.

En Cantórbery de Inglaterra, san Honorio, obispo y confesor.

En Roma, santa Sofía, viuda, madre de las santas vírgenes y mártires Fe, Esperanza y Caridad.

En el Limosín, san Vertuniano, solitario.

En Chalons de Champaña, san Lumié, obispo.

En Comminges, san Goinso, tierno infante despedazado por los sarracenos.

En Mossac de Querey, san Amberto, corepíscopo.

En la Santa Capilla de París, la llegada y recibimiento de las reliquias de nuestra redención.

Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.

R. Alabado y glorificado sea Dios eternamente.

 

Tomado de Cristo ¿Vuelve o no Vuelve? (https://vuelvecristo.blogspot.com/) y de Año Cristiano de Juan Croisset, S. J.

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