Martirologio romano
San Félix I, papa y mártir, cuyo triunfo se conmemora el día 30 de diciembre.
En Torres de Cerdeña, los santos mártires Gabino y Críspulo.
En Antioquía, los santos Sico y Palatino, que por el nombre de Cristo padecieron muchos tormentos.
En Ravena, san Exuperancio, obispo y confesor.
En Pavía, san Anastasio, obispo.
En Cesárea de Capadocia, los santos Basilio y Emelia su esposa, padres de los santos obispos Basilio Magno, Gregorio Niseno y Pedro de Sebaste y de santa Macrina, virgen. Desterrados estos santos esposos en tiempo de Galerio Maximiano, vivieron en las soledades del Ponto; y pasada la persecución, dejando a sus hijos herederos de sus virtudes, descansaron en paz.
En Sevilla de España, san Fernando III, rey de Castilla y de León, llamado el santo por la excelencia de sus virtudes; el cual, esclarecido por el celo de propagar la fe, después de vencer a los moros, dejando el reino temporal, voló felizmente al eterno.
En Ruan, santa Juana de Arco, virgen, llamada la doncella de Orleans; la cual, habiendo peleado valientemente en defensa de la patria, al fin entregada al poder de sus enemigos, fue condenada en inicuo juicio y quemada en la hoguera. El sumo pontífice Benedicto XV la puso en el catálogo de las santas.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Alabado y glorificado sea Dios eternamente.