Martirologio romano
En Roma, en la vía Apia, el martirio de san Quirino, tribuno, padre de santa Balbina Virgen; el cual fue bautizado con toda su familia por el papa san Alejandro, a quien custodiaba en la cárcel; y en el imperio de Adriano, entregado al juez Aureliano y perseverando constante en la fe este invicto soldado de Cristo, después de arrancada la lengua, colgado en el potro y cortados los pies y las manos, consumó por la espada la lucha del martirio.
En Salónica, el triunfo de los santos mártires Domnino, Víctor y sus compañeros.
En Constantinopla, la conmemoración de muchísimos santos mártires de la comunión católica, que en tiempo de Constancio, y de orden del heresiarca Macedonio, fueron muertos con inaudito género de tormentos; porque, entre otros, a las mujeres fieles cercenaron los pechos, comprimiéndolos entre los bordes de unas arcas, y quemándolos con hierros candentes.
En Senlis de Francia, el tránsito de san Régulo, obispo de Arlés.
En Orleáns de Francia, san Pastor, obispo.
En Siracusa de Sicilia, san Zósimo, obispo y confesor.
En el monte Sinaí, san Juan Clímaco, abad.
En La Aguilera, en España, san Pedro Regalado, natural de la ciudad de Valladolid, sacerdote de la orden de Menores y confesor, restaurador de la disciplina regular en los conventos de España; a quien el papa Benedicto XIV puso en el catálogo de los santos.
En Aquino, san Clinio, confesor.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Alabado y glorificado sea Dios eternamente.
Tomado de Cristo ¿Vuelve o no Vuelve? (https://vuelvecristo.blogspot.com/) y de Año Cristiano de Juan Croisset, S.J.