Martirologio romano
La Octava de san Juan, apóstol y evangelista.
En Roma, en la vía Apia, el triunfo de san Antero, papa y mártir, que padeció por orden de Julio Maximino y fue sepultado en el cementerio de Calixto.
En Viena de las Galias, san Florencio, obispo, el cual, en tiempo del emperador Galieno, enviado al destierro, consumó allí el martirio.
En la ciudad de Valona, en Palestina, el martirio de san Pedro, que murió en el suplicio de la cruz.
En el Helesponto, los santos mártires Cirino, Primo y Teógenes.
En Cesarea de Capadocia, san Gordio, centurión, mártir; de cuyas alabanzas tenemos un excelente sermón, que el día de su festividad predicó san Basilio el Magno.
En Cilicia, los santos mártires Zósimo y Anastasio, notario.
Asimismo los santos Teopempto y Teonás, que en la persecución de Diocleciano sufrieron un ilustre martirio.
En Padua, san Daniel, mártir.
En París, santa Genoveva, virgen, la cual, consagrada a Dios por san Germán, obispo de Auxerre, resplandeció con admirables virtudes y milagros.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Alabado y glorificado sea Dios eternamente.
Tomado de Cristo ¿Vuelve o no Vuelve? (https://vuelvecristo.blogspot.com/) y de Año Cristiano de Juan Croisset, S.J.