Martirologio romano
En Nicomedia, el triunfo de los mártires san Cipriano y santa Justina, virgen. Justina, en tiempo del emperador Diocleciano y del presidente Eutolmio, habiendo padecido mucho por Cristo, convirtió también a la fe cristiana al mismo Cipriano, que era mago y con sus artes mágicas se esforzaba en trastornarle el juicio, y después padeció con él el martirio. Sus cuerpos, arrojados a las fieras y recogidos de noche por unos marineros cristianos, fueron llevados a Roma, y más tarde trasladados a la Basílica Constantiniana y colocados cerca del baptisterio.
En Roma, san Calístrato, mártir, con otros cuarenta y nueve soldados, los cuales en la persecución de Diocleciano, habiendo visto que Calístrato cosido en un saco de cuero y arrojado al mar, con el auxilio de Dios había salido incólume, convirtiéronse a Cristo, y juntamente con él padecieron el martirio.
En Roma también, san Eusebio, papa
En Polonia, otro san Eusebio, obispo y confesor.
En Brescia, san Vigilio, obispo.
En territorio de Frascati, san Nilo, abad, que fue fundador del monasterio de Grotaferrata y varón de gran santidad.
En Tiferno de Umbría, san Amancio, presbítero, esclarecido con el don de milagros.
En Albano, san Senador.
En Clermont de auvernia, el natalicio de santa Eutropia, viuda, celebrada por san Sidonio.
En Armenia, el martirio de santa Ripsima y el de otras treinta y tres vírgenes bajo el rey Tiridates.
En Como, el bienaventurado Juan de Meda, fundador de la orden de los Humillados bajo la regla de san Benito.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Alabado y glorificado sea Dios eternamente.
Tomado de Cristo ¿Vuelve o no Vuelve? (https://vuelvecristo.blogspot.com/) y de Año Cristiano de Juan Croisset, S. J.