Martirologio Romano: 26 de enero

En Esmirna la fiesta de san Policarpo, discípulo del apóstol san Juan, el cual, habiendo sido consagrado obispo de aquella ciudad por el mismo apóstol, vino a ser primado de toda el Asia. Después, en el imperio de Marco antonino y de Cómodo, estando el procónsul en su tribunal, gritando contra el santo todo el pueblo en el anfiteatro, fue arrojado al fuego; y como saliese de él sin lesión ninguna, atravesáronle con una espada y alcanzó así la corona del martirio. Con él fueron martirizados otros doce cristianos que habían venido de Filadelfia.

En Hipona de África, los santos Teógenes, obispo, y otros treinta y seis, que, en la persecución de Valeriano, menospreciando la muerte temporal, alcanzaron la corona de la vida eterna.

En Belén de Judá, el tránsito de santa Paula, viuda; la cual, siendo del linaje nobilísimo de los senadores, renunciando al siglo juntamente con su hija santa Eustoquio, virgen de Cristo, repartió sus bienes a los pobres y se retiró al santo Pesebre del Señor, de donde, rica en virtudes y coronada de un prolongado martirio, pasó al reino celestial. La vida de esta santa, admirable por sus virtudes, la escribió san Jerónimo.

En la diócesis de París, santa Batilda, reina, tan ilustre por la santidad de su vida como por la gloria de sus milagros.

Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.

R. Alabado y glorificado sea Dios eternamente.

 

Tomado de Cristo ¿Vuelve o no Vuelve? (https://vuelvecristo.blogspot.com/) y de Año Cristiano de Juan Croisset, S.J.

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