Martirologio Romano: 26 de agosto

Martirologio romano

En Roma, san Zeferino, papa y mártir, cuyo tránsito se conmemora el 20 de diciembre.

En Cardona de España, el tránsito de san Ramón Nonato, cardenal y confesor, de la Orden de santa María de la Merced, Redención de cautivos, ilustre en santidad de vida y en milagros. Su fiesta se celebra el 31 de agosto.

En Roma, san Ireneo y san Abundio, mártires, los cuales, en la persecución de Valeriano, por haber recogido el cuerpo de santa Concordia de una cloaca donde lo habían arrojado, fueron sumergidos en la misma cloaca. Sus cuerpos, sacados de allí por el presbítero Justino, fueron sepultados en una cripta, junto a san Lorenzo.

En Ventimille, ciudad de Liguria, san Segundo, mártir, varón distinguido y capitán de la legión Tebea.

En Bérgamo, san Alejandro, mártir, que, siendo de la misma legión, y confesando constantísimamente el nombre de nuestro Señor Jesucristo, cortada la cabeza, consumó el martirio.

En el país de los Marsos, san Simplicio y sus hijos san Constancio y san Victoriano, mártires, los cuales, imperando Antonino, atormentados primero de varios modos, y después degollados, consiguieron la corona del martirio.

En Nicomedia, el suplicio de san Adrián, mártir, hijo del césar Probo, el cual, echando en cara a Licinio la persecución que había movido contra los cristianos, por orden del mismo fue muerto. Su cuerpo lo sepultó Domicio, obispo de Bizancio, su tío paterno, en un suburbio de la misma ciudad, llamado Argyrópoli.

En España, san Víctor, mártir, el cual, muriendo a mano de los moros por confesar a Cristo, recibió en premio la corona del martirio.

En Capua, san Rufino, obispo y confesor.

En Pistoya de Toscana, san Félix, presbítero y confesor.

En la Puye, diócesis de Poitiers, santa Juana Isabel Bichier des Ages, virgen, fundadora, juntamente con san Andrés Huberto Fournet, de la Congregación de Hijas de la Cruz, esclarecida por la continua mortificación y por la inocencia de vida; a la cual el Papa Pío XII puso en el catálogo de las santas vírgenes.

En Poitiers, san Gelasio, obispo.

En Nevers, san Eulado, obispo.

En Auxerre, el tránsito de san Eleuterio, obispo.

En el Mans, santa Tenestina, virgen, primera religiosa de la abadía del Prado.

Entre los griegos, san Ibistión, confesor.

En la Teida, san Titoes, segundo superior de los religiosos de san Pacomio.

En Cambridge en Inglaterra, santa Panduina, vírgen.

 

Tomado de Cristo ¿Vuelve o no Vuelve? (https://vuelvecristo.blogspot.com/) y Año Cristiano de Juan Croisset, S.J.

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