Martirologio romano
En Roma, en la vía Lavicana, entre los dos Laureles, el triunfo de treinta santos mártires, todos los cuales, durante la persecución de Diocieciano, fueron en un mismo día coronados del martirio.
En Roma también, san Flaviano, exprefecto, esposo de santa Dafrosa mártir, y padre de las santas vírgenes y mártires Bibiana y Demetria; el cual, de orden de Juliano Apóstata, herrado con fuego por la confesión de Cristo y desterrado a Aguas Taurinas en la Etruria, puesto allí en oración, entregó su espíritu a Dios.
En Egipto, los santos Queremón, obispo de Nilópolis, y otros muchísimos mártires, los cuales, cuando era más cruda la persecución de Decio, huyendo dispersos y errantes por las soledades, unos fueron devorados por las fieras, otros perecieron de hambre, frío y miseria, y otros acabaron a manos de los bárbaros y ladrones; y de este modo, aunque con diferente género de muerte, fueron todos coronados con la misma gloria del martirio.
En Ostia Tiberina, los santos mártires Demetrio, Honorato y Floro.
En Alejandría, san Isquirión, mártir, al cual forzaban con injurias y baldones a ofrecer sacrificios, y rehusándolo él, atravesándole por medio las entrañas con un palo puntiagudo, le quitaron la vida.
En Nicomedia, san Zenón, soldado, al cual, por burlarse de Diocleciano que sacrificaba a Ceres, deshicieron las mejillas, arrancaron los dientes y por último cortaron la cabeza.
En Chicago, santa Francisca Xaviera Cabrini, virgen, fundadora del Instituto de Misioneras del Sacratísimo Corazón de Jesús, insigne por su eximia caridad, su invicta fortaleza de ánimo y su humildad; a la cual el papa Pío XII inscribió en el catálogo de las santas, y la constituyó celestial Patrona ante Dios de todos los emigrantes.
En Metz, san Félix, segundo de este nombre, obispo.
En maso del Rure, san Hongerio, obispo de Utrecht.
En Dorat en el Limosín, el bienaventurado Israel, primer chantre de aquel lugar.
El propio día, el bienaventurado Amasuindo, abad de la orden de san Benito.
En Faldera de Alsacia, san Vicelino, confesor.
En Disemberg en el Palatinado del Rin, la bienaventurada Yuta, virgen, reclusa, ermana de Meynard, conde de Spanheim.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Alabado y glorificado sea Dios eternamente.
Tomado de Cristo ¿Vuelve o no Vuelve? (https://vuelvecristo.blogspot.com/) y de Año Cristiano de Juan Croisset, S.J.