Martirologio romano
San Alfonso María de Ligorio, fundador de la congregación llamada del santísimo Redentor, obispo de Santa Águeda de los Godos, confesor y doctor de la Iglesia, que descansó en el Señor en el día de ayer.
En Roma, en el cementerio de Calixto, el triunfo de san Esteban, papa y mártir, el cual, en la persecución de Valeriano, mientras celebraba la santa Misa, y sorprendido por los soldados, sin turbarse ni moverse consumaba ante el altar los divinos Misterios, fue en su silla degollado.
En Nicea de Bitinia, el martirio de santa Teódota, con sus tres hijos; de los cuales el primogénito, llamado Evodio, confesando animosamente a Cristo, fue apaleado por orden de Nicecio, prefecto de Bitinia, y luego la madre con todos sus hijos fueron consumidos en la hoguera.
En África, san Rutilio, mártir, que, huyendo muchas veces de un lugar a otro por la persecución, y habiendo algunas evadido el peligro hasta con dinero, al cabo, apresado de improviso y conducido ante el presidente, fue con muchísimos suplicios atormentado, y, finalmente, arrojado al fuego, recibió la corona de un ilustre martirio.
En Padua, san Máximo, obispo de aquella ciudad, el cual, esclarecido en milagros, descansó con dichoso fin.
En Apt en Provenza, san Auspicio, primer obispo de dicha ciudad, cuyos vecinos le veneran como a mártir.
En Blaisois, san Boario, obispo de Chartres.
En Castilla la Vieja, san Pedro de Osma.
En Verona, san Félix.
En Nicomedia , siete mártires.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Alabado y glorificado sea Dios eternamente.
Tomado de Cristo ¿Vuelve o no Vuelve? (https://vuelvecristo.blogspot.com/) y de Año Cristiano de Juan Croisset, S. J.