Martirologio romano
En Corinto, san Timón, mártir, uno de los primeros siete diáconos que habitó primeramente en Berea y de allí, prosiguiendo en esparcir la preciosa semilla de la palabra de Dios, llegó a Corinto, en donde según la tradición los judíos y los griegos lo arrojaron al fuego; pero no habiendo recibido lesión alguna, clavado en una cruz, consumó el martirio.
En África, san Mapálico, mártir, que durante la persecución bajo el emperador Decio, movido de piedad hacia su familia, pidió que se concediese la paz eclesiástica a su madre y a su hermana, que habían abjurado, y así, conducido ante el tribunal, fue coronado por el martirio.
En Melitene, Armenia, santos Hermógenes, Cayo, Expedito, Aristónico, Rufo y Gálata, mártires.
En Colidre, Hispania, san Vicente, mártir.
El mismo día, los santos mártires Sócrates y Dionisio, que fueron traspasados con lanzas.
En Jerusalén, san Pafnucio, mártir.
En Persia, santa Marta, virgen y mártir, que en tiempo del rey Sapor II, al siguiente día de la muerte de su padre, Pusicio, sufrió el martirio en la Solemnidad de la Resurrección del Señor.
En Antioquía, de Pisida, san Jorge, obispo, que murió en el destierro por defender el culto de las santas imágenes.
En Friesen, en los Alpes de Baviera, san Geroldo, eremita, del que se cuenta que llevó una vida de penitencia en la región de Vorarlberg.
En la playa junto a Greenwich, en Inglaterra, pasión de san Elfego, arzobispo de Canterbury y mártir, el cual, mientras los daneses pasaban a sangre y fuego el país, se presentó ante ellos con la intención salvar a su grey y, al no poder ser rescatado por dinero, el sábado después de Pascua fue golpeado con huesos de oveja y finalmente degollado.
En Roma, en la basílica de San Pedro, san León IX, papa, que primero fue obispo de Tulle durante veinticinco años, defendiendo enérgicamente a su grey, y una vez elegido para la sede romana, reunió varios sínodos para la reforma de la vida del clero y la extirpación de la simonía.
En Lobes, san Ursmaro, obispo.
En Florencia, Italia, san Crescencio, confesor.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Alabado y glorificado sea Dios eternamente.
Tomado de Cristo ¿Vuelve o no Vuelve? (https://vuelvecristo.blogspot.com/) y de Año Cristiano de Juan Croisset, S.J.