Martirologio romano
La Asunción de la santísima Virgen María, Madre de Dios.
En Cracovia de Polonia, el tránsito de san Jacinto, confesor, de la Orden de Predicadores, que fue canonizado por el Papa Clemente VIII; su fiesta se celebra el 17 de agosto.
En Alba Real de Hungría, el tránsito de san Esteban, rey de los húngaros y confesor, el cual, adornado de celestiales virtudes, fue el primero que convirtió a la fe de Cristo a los húngaros, y en el mismo día de la Asunción fue recibido por la Virgen Madre de Dios en el cielo. Su fiesta principal, por disposición del Papa Inocencio XI, se celebra el 2 de septiembre, cuando, por intercesión del santo rey, fue bizarramente recuperada por el ejército cristiano la inexpugnable fortaleza de Buda.
En Roma, en la vía Apia, san Tarsicio, acólito, al cual, habiendo encontrado los paganos cuando llevaba el Sacramento del Cuerpo de Cristo, comenzaron a preguntarle qué llevaba; pero, teniendo él por cosa indigna descubrir las margaritas a los puercos, fue por ellos apaleado y apedreado hasta que expiró; y registrado por los sacrílegos pesquisidores el cuerpo, no hallaron ni en sus manos ni en sus vestidos rastro del Sacramento de Cristo. Los cristianos recogieron el cuerpo del mártir y lo enterraron honoríficamente en el cementerio de Calixto.
En Tagaste de África, san Alipio, obispo, discípulo que había sido de san Agustín, y después su compañero en la conversión, su colega en el oficio pastoral y su valiente conmilitón en los combates contra los herejes, y últimamente copartícipe en la gloria celestial.
En Soisons de Francia, san Arnulfo, obispo, y confesor.
En Champaña, san Bausengo.
En el Maine arcedianato de Passais, san Framburgo, solitario, que vivió algún tiempo en Ivri, cerca de París.
En Nicomedia, el natalicio de los santos mártires Straton y sus compañeros.
En Irlanda, san Macartino, obispo de Clogher en Ultonia.
En el monasterio de Timia en Grecia, el tránsito de santa Anastasia, viuda por la segunda vez, fundadora y luego abadesa de dicho monasterio.
En Roma, san Estanislao de Kostka, polaco, novicio de la Compañía de Jesús y Confesor; el cual, consumado en breve, llenó por la angelical inocencia de vida largos años; y fue puesto por el Sumo Pontífice Benedicto XIII en el catálogo de los Santos.
Tomado de Cristo ¿Vuelve o no Vuelve? (https://vuelvecristo.blogspot.com/) y Año Cristiano de Juan Croisset, S.J.