Martirologio romano
En Roma, santa Taciana, mártir, la cual, imperando Alejandro, despedazada con garfios y peines acerados, expuesta a las fieras, y echada al fuego, pero quedando ilesa, finalmente pasada a cuchillo, voló al cielo.
En Constantinopla, los santos Tigrio, presbítero, y Eutropio, lector, los cuales, en tiempo del emperador Arcadio, calumniosamente acusados de haber incendiado la iglesia principal y la curia del senado, para vengar el destierro de san Juan Crisóstomo, padecieron el martirio por orden de Optato, prefecto de la ciudad, que adoraba a los falsos dioses y aborrecía la religión cristiana.
En Acaya, san Sátiro, mártir, que al pasar por delante de un ídolo, de un soplo y signándose en la frente, al punto lo derribó en tierra; por lo cual fue degollado.
El mismo día, san Arcadio, mártir, esclarecido en linaje y milagros.
En África, los santos mártires Zótico, Rogato, Modesto, Cástulo y las coronas de cuarenta soldados.
En Tívoli, san Zótico, mártir.
En Efeso, el suplicio de cuarenta y dos santos monjes, que por el culto de las sagradas imágenes, en tiempo de Constantino Coprónimo, cruelísimamente atormentados, consumaron el martirio.
En Ravena, san Juan, obispo y confesor.
En Verona, san Probo, obispo.
En Inglaterra, san Benito, abad y confesor.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Alabado y glorificado sea Dios eternamente.
Tomado de Cristo ¿Vuelve o no Vuelve? (https://vuelvecristo.blogspot.com/) y de Año Cristiano de Juan Croisset, S.J.