Martirologio romano
Santa Clara, virgen, primera planta de las Señoras Pobres de la Orden de Menores; la cual, tal día como ayer, fue llamada a las bodas eternas del Cordero.
El mismo día, los santos mártires Porcario, abad del monasterio de Lerins, y quinientos monjes compañeros suyos, que, muertos por los bárbaros en odio de la fe católica, fueron coronados del martirio.
En Catania de Sicilia, el triunfo de san Euplio, diácono, que, imperando Diocleciano y Maximiano, habiendo sido por la confesión del Señor muchísimo tiempo atormentado, finalmente al filo de la espada consiguió la palma del martirio.
En Augsburgo de Baviera, santa Hilaria, que fue madre de santa Afra Mártir, y velando delante del sepulcro de su hija, fue allí mismo, en odio a la fe de Cristo, echada en el fuego por los perseguidores juntamente con Digna, Euprepia y Eunomia, sus criadas.
Padecieron también el mismo día y en la misma ciudad san Quiriaco, san Largión, san Crescenciano, santa Ninmia y santa Juliana, con otros veinte.
En Siria, los santos mártires Macario y Julián.
En Nicomedia, los santos mártires Aniceto, conde, y Fotino, su hermano, con otros muchos, en tiempo del emperador Diocleciano.
En Faleria de Toscana, el suplicio de los santos Graciliano y Felicísima, virgen, a quienes primero, por la confesión de la fe, deshicieron con piedras la boca, y por último, degollados, recibieron la deseada palma del martirio.
En Milán, el tránsito de san Eusebio, obispo y confesor.
En Brescia, san Herculano, obispo.
En Verno, cerca de Melun, los santos mártires Félix y Felicísimo.
En Remiremont, la bienaventurada Cecilia, abadesa.
En el monte llamado Santa Valburga, cerca de Colonia, la venerable Udevolta, virgen, de la orden cisterciense.
Entre los griegos, san Pánfilo.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Alabado y glorificado sea Dios eternamente.
Tomado de Cristo ¿Vuelve o no Vuelve? (https://vuelvecristo.blogspot.com/) y de Año Cristiano de Juan Croisset, S. J.