Martirologio romano
En Roma, en la vía Salaria, el triunfo de san Antimo, presbítero, el cual, insigne por sus virtudes y predicación, en la persecución de Diocleciano fue precipitado en el Tíber, de donde le sacó un ángel, restituyéndole a su oratorio; más tarde, decapitado, subió vencedor al cielo.
Allí mismo, san Evelio, mártir, que siendo de la familia de Nerón, a vista del martirio de san Torpetes, creyó en Cristo, y por nuestro Señor fue también degollado.
En Bizacena, san Mavilo, mártir en Hadrumeto (Norte de África), durante el imperio de Caracalla; fue arrojado a las fieras. Su culto se difundió ampliamente por África.
En Roma también, los santos mártires Máximo, Basso y Fabio, que en tiempo de Diocleciano fueron martirizados en la vía Salaria.
En Osimo del Piceno, los santos mártires Sisinio, diácono, Dioclecio y Florencio, discípulos del presbítero san Antimo; los cuales, en tiempo de Diocleciano, apedreados, consumaron el martirio.
En Camerino, los santos Anastasio y compañeros mártires, los cuales en la persecución de Decio fueron muertos por sentencia del presidente Antíoco.
En Varennes de Francia, san Gangulfo, mártir.
En Viena de Francia, san Mamerto, obispo, el cual, por una inminente calamidad, instituyó en aquella ciudad solemnes rogativas en los tres días antes de la Ascensión del Señor, rito que aprobó y recibió después la Iglesia universal.
En Souvigny, de Borgoña, san Mayolo o Mayeul, abad de Cluny, quien, firme en la fe, seguro en la esperanza y repleto de una doble caridad, renovó numerosos monasterios en Francia e Italia
En Nápoles de Campania, san Francisco de Jerónimo, natural de la ciudad de Grotalla, diócesis de Tarento, sacerdote de la Compañía de Jesús y Confesor, varón de eximia caridad y paciencia en procurar la salvación de las almas, a quien el papa Gregorio XVI puso en el catálogo de los santos.
En san Severino del Piceno, san Iluminado, confesor.
En Cagliari de Cerdeña, san Ignacio de Láconi, confesor, de la orden de Menores Capuchinos, preclaro por la humildad, caridad y milagros; al cual el papa Pío XII enalteció con los honores de los santos.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Alabado y glorificado sea Dios eternamente.
Tomado de Cristo ¿Vuelve o no Vuelve? (https://vuelvecristo.blogspot.com/) y de Año Cristiano de Juan Croisset, S.J.