Martirologio Romano: 1 de noviembre

Martirologio romano

La Festividad de todos los Santos, la cual el Papa Bonifacio IV, después de consagrado el 13 de mayo el templo Panteón, dispuso se celebrase cada año solemne y generalmente en toda Roma, en honor de la beatísima Virgen María Madre de Dios, y de los santos Mártires. Después Gregorio IV, asimismo, mandó que la misma fiesta, que se celebraba ya, aunque de diverso modo, en diferentes Iglesias, se solemnizase perpetuamente este mismo día en la Iglesia universal a honra de todos los santos.

En Persia, los mártires san Juan, obispo, y san Diego, presbítero, en tiempo del rey Sapor.

En Terracina de Campania, el triunfo de san Cesareo, diácono, el cual, maltratado muchos días en la cárcel, y después metido con san Julián Presbítero en un saco, fue precipitado en el mar.

En Dijon, san Benigno, presbítero, que fue enviado por san Policarpo a las Galias a predicar el Evangelio, y en tiempo del emperador Marco Aurelio, después de atormentado con muchos y gravísimos suplicios, por orden del juez Terencio, le quebrantaron por fin la cerviz con una barra de hierro, y le atravesaron el cuerpo con una lanza.

En Damasco, el suplicio de san Cesareo, san Dacio y otros cinco.

El mismo día, santa María, esclava, la cual, acusada de cristiana, en tiempo del emperador Adriano, atormentada con crueles azotes, extendida en el potro y desgarrada con uñas aceradas, consumó el martirio.

En Tarso de Cilicia, santa Cirenia y santa Juliana, mártires imperando Maximiano.

En Auvernia de Francia, san Austremonio, que fue el primer obispo de aquella ciudad.

En París, el tránsito de san Marcelo, obispo.

En Bayeux de Francia, san Vigor, obispo, en tiempo de Childeberto, rey de los francos.

En Anjou de Francia, el tránsito de san Licinio, obispo, varón venerable por su santidad.

En Tívoli, san Severino, monje.

En Lanchant, territorio de Gatinais, en Francia, san Maturino, confesor.

En el Bourdieu de Berri, san Ludro, hijo del senador Leucadio, mencionado por san Gregoro Turonense.

En Autún, san Primo, obispo, de quien se hace mención en el martirologio de san Jerónimo.

En la alta Auvernia, san Flour, obispo de Lodeve, cuyas reliquias son veneradas en la iglesia catedral de la cuidad de su nombre.

Cerca de san Messent en Poitou, san Eano, obispo.

En Clermont, san Amable, cura de San Juan de Riom, luego primer chantre de la iglesia de Clermont.

En Gascuña, san Sebe, venerado como mártir y apóstol en aquel país.

En Moisney, diócesis de Besanzón, san Loteno, presbítero.

Este mismo día, el martirio de san Eustaquio, soldado, con su mujer y sus hijos.

En Milán, el tránsito de san Magno, obispo de aquella ciudad.

En Mérida, san Mausono, obispo, cuyo cuerpo es reverenciado en Santa Eulalia.

En Cea en el reino de León, santa Lombrosa, virgen.

Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.

R. Alabado y glorificado sea Dios eternamente.

 

Tomado de Cristo ¿Vuelve o no Vuelve? (https://vuelvecristo.blogspot.com/) y de Año Cristiano de Juan Croisset, S. J.

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