12 de octubre: La aparición de la Virgen del Pilar

Virgen del Pilar
Virgen del Pilar

12 de octubre

La aparición de la Virgen del Pilar en Zaragoza

La admirable aparición de la sacratísima Virgen nuestra Señora en el Pilar de Zaragoza, se refiere en un documento antiquísimo del archivo de la santa basílica del Pilar, por estas palabras: “Después de la pasión y resurrección del Salvador y de su ascensión a los cielos, la piadosísima Virgen quedó encomendada al apóstol y virgen san Juan Evangelista: y de ella recibieron los apóstoles la licencia y bendición para ir a predicar el Evangelio a las regiones del mundo que a cada uno habían tocado.

“El bienaventurado apóstol Santiago el Mayor, hermano de Juan e hijo del Zebedeo, por revelación del Espíritu Santo recibió mandamiento de Cristo de venir a las provincias de España, y habiendo besado las manos de la Virgen y pedídole su bendición, ella le dijo: Ve, hijo, cumple el mandamiento de tu Maestro, y por él te ruego que en aquella ciudad de España en que mayor número de hombres conviertas a la fe edifiques una iglesia a mi memoria, como yo te lo mostraré.

“Saliendo pues de Jerusalén el bienaventurado Santiago vino a España, y pasando por Asturias llegó a la ciudad de Oviedo donde convirtió uno a la fe. Entrando por Galicia predicó en la ciudad de Padrón; de allí volviendo a Castilla llamada España la Mayor, vino últimamente a España la Menor que se llama Aragón, en aquella región que se dice Celtiberia, en donde está situada Zaragoza, a orillas del Ebro.

“En esta ciudad habiendo predicado muchos días, convirtió a Jesucristo ocho varones, con los cuales trataba de día del reino de Dios y por la noche salía a la ribera del río para tomar algún descanso y orar, sin ser molestados por los gentiles.

“Estando una vez en aquel sitio, a la hora de media noche oyó unas voces de ángeles que cantaban: Ave María, llena de gracia, y postrándose de rodillas, vio a la Virgen, Madre de Cristo, entre dos coros de millares de ángeles sentada sobre un pilar de mármol, la cual mirándole amorosamente, le dijo: He aquí, Santiago, hijo, el lugar donde has de edificar un templo en mi memoria: mira bien este pilar en que estoy asentada, el cual mi Hijo y maestro tuyo le trajo de lo alto por manos de ángeles: alrededor de él harás el altar de la capilla. En este lugar obrará la virtud del Altísimo portentos y maravillas por mi intercesión con aquellos que en sus necesidades imploren mi patrocinio, y este pilar permanecerá en este sitio hasta el fin del mundo, y nunca faltarán en esta ciudad verdaderos cristianos.

“Alegre el santo con tan maravillosa visión, edificó un templo en aquel lugar, con la ayuda de los ocho varones convertidos, y para el servicio de aquella iglesia ordenó de presbítero a uno de ellos, y habiéndola consagrado le dio el título de Santa María del Pilar. Es la primera iglesia del mundo dedicada a honra de la Virgen por manos de los apóstoles”.

Reflexión: Las citadas palabras del referido códice, cuya verdad ha venido a confirmar la experiencia, pues nunca han faltado en Zaragoza verdaderos adoradores, aun en tiempos los más borrascosos, son el monumento más sólido y fidedigno de tan piadosa tradición. Añádanse los repetidos portentos obrados por la santísima Virgen, y la autoridad de la Santa Sede, que ha decretado en su favor una festividad particular, y hemos de confesar que aquel pilar bendito santificado por las plantas virginales es la joya más rica de la nación española.

Oración: ¡Oh Dios y Señor! Concédenos, te rogamos, que nosotros tus siervos nos alegremos con la perpetua sanidad de cuerpo y alma, y que por la gloriosa intercesión de la bienaventurada siempre virgen María, seamos libres de la tristeza presente, y lleguemos a gozar del eterno júbilo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

 

(P. Francisco De Paula Morell, S. J., Flos Sanctorum)

 

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