Santo Evangelio del Día: 30 de septiembre

XIX de Pentecostés

DOMÍNICA DECIMONOVENA DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

Fiesta Semidoble
(ornamentos verdes)

Acuérdate Señor de tu alianza y no tengas
perpetuamente en el olvido a tus pobres criaturas.”

(Salmos LXIII, 20)

Lección

Hermanos: Renovaos en el interior de vuestra alma, y revestiros del Hombre Nuevo, creado según Dios, en la justicia y santidad de la verdad. Por tanto, desechando la mentira, hablad con verdad cada cual con su prójimo, pues somos miembros los unos de los otros. Si os airáis, no pequéis; no se ponga el sol mientras estéis airados, ni deis ocasión al Diablo. El que robaba, que ya no robe, sino que trabaje con sus manos, haciendo algo útil para que pueda hacer partícipe al que se halle en necesidad.

Efesios IV, 23-28

Evangelio

En aquel tiempo: Hablaba Jesús a los príncipes de los sacerdotes y a los fariseos en parábolas, diciendo: “El Reino de los Cielos es semejante a un rey que celebró el banquete de bodas de su hijo. Envió sus siervos a llamar a los invitados a la boda, pero no quisieron venir. Envió todavía otros siervos, con este encargo: Decid a los invitados: ‘Mirad, mi banquete está preparado, se han matado ya mis novillos y animales cebados, y todo está a punto; venid a la boda’. Pero ellos, sin hacer caso, se fueron el uno a su campo, el otro a su negocio; y los demás agarraron a los siervos, los escarnecieron y los mataron. Se airó el rey y, enviando sus tropas, dio muerte a aquellos homicidas y prendió fuego a su ciudad. Entonces dice a sus siervos: ‘La boda está preparada, pero los invitados no eran dignos. Id, pues, a los cruces de los caminos y, a cuantos encontréis, invitadlos a la boda’. Los siervos salieron a los caminos, reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos, y la sala de bodas se llenó de comensales. Entró el rey a ver a los comensales, y al notar que había allí uno que no tenía traje de boda, le dice: ‘Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin traje de boda?’ Él se quedó callado. Entonces el rey dijo a los sirvientes: ‘Atadle de pies y manos, y echadle a las tinieblas de fuera; allí será el llanto y el rechinar de dientes.’ Porque muchos son llamados, mas pocos escogidos”.

Mateo XXII, 1-14

Catena Aurea

San Gregorio Magno, homiliae in Evangelia, 38

Aquí se infiere a la Iglesia presente, por medio de las nupcias, pero allí se refiere, por medio de la cena, al convite último y eterno. Porque en éste entran algunos de los que han de salir, pero de aquél no saldrá ya el que una vez haya entrado. Y si alguno cree que esto viene a ser lo mismo, vea que San Lucas pasó en silencio lo que dijo San Mateo refiriéndose a aquel que no había entrado con el vestido nupcial. No obsta que por medio del primero se entienda la cena, por medio del segundo, la comida; porque cuando se almorzaba todos los días a la hora nona entre los antiguos, el almuerzo se llamaba cena.

Orígenes, homilia 20 in Matthaeum

El reino de los cielos es semejante, según quien allí reina, a un hombre rey; y según aquel con quien reina, al hijo del rey; según lo que hay en los estados del rey, es semejante a los siervos y a los convidados a las bodas, entre los que se encuentra también el ejército del rey. Y se añade: “a un hombre rey”, para que como hombre hable a los hombres y gobierne a aquellos que no quieren ser gobernados por Dios. Pero entonces el reino de los cielos cesará de ser semejante a un hombre, porque cuando haya concluido el celo, la disputa y las demás pasiones, cesaremos también de andar como hombres, y lo veremos tal y como es; ahora lo vemos, no como es, sino como ha querido hacerse por nosotros.

San Jerónimo

Envió a su siervo; y no cabe duda que éste fue Moisés, por quien se dio la ley a los invitados. Aunque leemos siervos (como se encuentra en muchos ejemplares), debemos entender que se refiere a los profetas; porque invitados por ellos, no quisieron venir. Sigue, pues: “Envió de nuevo otros siervos, diciendo: decid a los convidados”. Debe creerse que los siervos que fueron enviados la segunda vez son los profetas más bien que los apóstoles; y así, si antes está escrito el siervo, cuando después de lee los siervos, debe entenderse que estos segundos siervos son los apóstoles.

 

Visto en: https://santoevangeliodia.blogspot.com/

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