Santo Evangelio del Día: 28 de abril

Abril 28

SAN PABLO DE LA CRUZ
Confesor

Simple
(ornamentos blancos)

No me he preciado de saber otra cosa entre vosotros,
sino a Jesucristo, y a éste crucificado.
(1 Corintios 2, 2)

 

Lección

Porque no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el Evangelio, y eso no mediante sabiduría de palabras, para que no se inutilice la Cruz de Cristo. La doctrina de la Cruz es, en efecto, locura para los que perecen; pero para nosotros los que somos salvados, es fuerza de Dios. Porque escrito está: “Destruiré la sabiduría de los sabios, y anularé la prudencia de los prudentes”. ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde el escriba? ¿Dónde el disputador de este siglo? ¿No ha trocado Dios en necedad la sabiduría del mundo? Pues en vista de que según la sabiduría de Dios el mundo por su sabiduría no conoció a Dios, plugo a Dios salvar a los que creyesen mediante la necedad de la predicación. Así, pues, los judíos piden señales y los griegos buscan sabiduría; en tanto que nosotros predicamos un Cristo crucificado: para los judíos, escándalo; para los gentiles, insensatez; mas para los que son llamados, sean judíos o griegos, un Cristo que es poder de Dios y sabiduría de Dios. Porque la “insensatez” de Dios es más sabia que los hombres, y la debilidad de Dios es más fuerte que los hombres.

I Corintios I, 17-25

Evangelio

En aquel tiempo: Después de esto, el Señor designó todavía otros setenta y dos, y los envió de dos en dos delante de Él a toda ciudad o lugar, adonde Él mismo quería ir. Y les dijo: “La mies es grande, y los obreros son pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies. Id: os envío como corderos entre lobos. No llevéis ni bolsa, ni alforja, ni calzado, ni saludéis a nadie por el camino. En toda casa donde entréis, decid primero: «Paz a esta casa». Y si hay allí un hijo de paz, reposará sobre él la paz vuestra; si no, volverá a vosotros. Permaneced en la misma casa, comiendo y bebiendo lo que os den, porque el obrero es acreedor a su salario. No paséis de casa en casa. Y en toda ciudad en donde entréis y os reciban, comed lo que os pusieren delante. Curad los enfermos que haya en ella, y decidles: «El reino de Dios está llegando a vosotros».

Lucas X, 1-9

Visto en: Santo Evangelio del Día (https://santoevangeliodia.blogspot.com/)

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