SANTA PRÁXEDES
Virgen
Semidoble
(ornamentos blancos)
Quien se avergonzare de Mí y de mis palabras,
de ese tal se avergonzará el Hijo del hombre,
cuando venga en su majestad.
(Lucas 9, 26)
Lección
Hermanos: Respecto de las vírgenes, no tengo precepto del Señor; pero doy mi parecer, como quien ha alcanzado la misericordia del Señor para ser fiel. Juzgo, pues, que en vista de la inminente tribulación, es bueno para el hombre quedar como está. ¿Estás atado a mujer? No busques desatarte. ¿Estás desatado de mujer? No busques mujer. Si te casares, no pecas; y si la doncella se casare no peca. Pero estos tales sufrirán en su carne tribulaciones, que yo quiero ahorraros. Lo que quiero decir, hermanos, es esto: el tiempo es limitado; resta, pues, que los que tienen mujeres vivan como si no las tuviesen; y los que lloran, como si no llorasen; y los que se regocijan, como si no se regocijasen; y los que compran, como si no poseyesen; y los que usan del mundo, como si no usasen, porque la apariencia de este mundo pasa. Mi deseo es que viváis sin preocupaciones. El que no es casado anda solícito en las cosas del Señor, por cómo agradar al Señor; mas el que es casado, anda solícito en las cosas del mundo (buscando), cómo agradar a su mujer, y está dividido. La mujer sin marido y la doncella piensan en las cosas del Señor, para ser santas en cuerpo y espíritu; mas la casada piensa en las cosas del mundo (buscando), cómo agradar a su marido.
I Corintios VII, 25-34
Evangelio
En aquel tiempo: Dijo Jesús a sus discípulos la siguiente parábola. “El reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo; un hombre, habiéndolo descubierto, lo volvió a esconder, y en su gozo fue y vendió todo lo que tenía, y compró aquel campo. También, el reino de los cielos es semejante a un mercader en busca de perlas finas. Habiendo encontrado una de gran valor, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró. También es semejante el reino de los cielos a una red que se echó en el mar y que recogió peces de toda clase. Una vez llena, la tiraron a la orilla, y sentándose juntaron los buenos en canastos, y tiraron los malos. Así será en la consumación del siglo. Saldrán los ángeles y separarán a los malos de en medio de los justos, y los echarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes. ¿Habéis entendido todo esto?”. Le dijeron: “Sí”. Entonces, les dijo: “Así todo escriba que ha llegado a ser discípulo del reino de los cielos, es semejante al dueño de casa que saca de su tesoro lo nuevo y lo viejo”.
Mateo XIII, 44-52
Visto en: Santo Evangelio del Día (https://santoevangeliodia.blogspot.com/)