SAN SILVERIO
Papa y Mártir
Simple
(ornamentos encarnados)
Nada temáis a los que matan el cuerpo
y no pueden matar el alma: temed antes
al que puede arrojar alma y cuerpo en el infierno.
(Mateo 10, 28)
Lección
Vosotros, empero, carísimos, acordaos de lo que os ha sido preanunciado por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo, que os decían: “En el último tiempo vendrán impostores que se conducirán según sus impías pasiones. Éstos son los que disocian, hombres naturales, que no tienen el Espíritu. Vosotros, empero, carísimos, edificándoos sobre el fundamento de la santísima fe vuestra, orando en el Espíritu Santo, permaneced en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para la vida eterna.
Judas I, 17-21
Evangelio
En aquel tiempo: Dijo Jesús a sus discípulos: No creáis que he venido a traer la paz sobre la tierra. No he venido a traer paz, sino espada. He venido, en efecto, a separar al hombre de su padre, a la hija de su madre, a la nuera de su suegra; y serán enemigos del hombre los de su propia casa. Quien ama a su padre o a su madre más que a Mí, no es digno de Mí; y quien ama a su hijo o a su hija más que a Mí, no es digno de Mí. Quien no toma su cruz y me sigue, no es digno de Mí. Quien halla su vida, la perderá; y quien pierde su vida por Mí, la hallará”. Quien a vosotros recibe, a Mí me recibe, y quien me recibe a Mí, recibe a Aquel que me envió. Quien recibe a un profeta a título de profeta, recibirá la recompensa de profeta; quien recibe a un justo a título de justo, recibirá la recompensa del justo y quienquiera diere de beber tan sólo un vaso de agua fría a uno de estos pequeños, a título de discípulo, en verdad os digo, no perderá su recompensa”.
Mateo X, 34-42
Visto en: Santo Evangelio del Día (https://santoevangeliodia.blogspot.com/)