SANTOS NEREO, AQUILEO, DOMITILA Y PANCRACIO
Mártires
Semidoble
(ornamentos encarnados)
Si complaciese todavía a los hombres,
no sería yo siervo de Cristo.
(Gálatas 1, 10)
Lección
Entonces los justos se presentarán con gran valor, contra aquellos que los angustiaron y les robaron sus fatigas. A cuyo aspecto se apoderará de éstos la turbación, y un temor horrendo; y han de asombrarse de la repentina salvación de ellos, que no esperaban. Arrepentidos, y arrojando gemidos de su angustiado corazón, dirán dentro de sí: “Estos son los que en otro tiempo fueron el blanco de nuestros escarnios y el objeto de oprobio. ¡Insensatos de nosotros! Su vida nos parecía una necedad, y su muerte una ignominia. Mirad cómo son contados en el número de los hijos de Dios, y cómo su suerte es estar con los santos”.
Sabiduría V, 1-5
Evangelio
En aquel tiempo: Fue Jesús otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Y había un cortesano cuyo hijo estaba enfermo en Cafarnaúm. Cuando él oyó que Jesús había vuelto de Judea a Galilea, se fue a encontrarlo, y le rogó que bajase para sanar a su hijo, porque estaba para morir. Jesús le dijo: “¡Si no veis signos y prodigios, no creeréis!”. Respondiole el cortesano: “Señor, baja antes que muera mi hijo”. Jesús le dijo: “Ve, tu hijo vive”. Creyó este hombre a la palabra que le dijo Jesús y se puso en marcha. Ya bajaba, cuando encontró a algunos de sus criados que le dijeron que su hijo vivía. Preguntoles, entonces, la hora en que se había puesto mejor. Y le respondieron: “Ayer, a la hora séptima, le dejó la fiebre”. Y el padre reconoció que ésta misma era la hora en que Jesús le había dicho: “Tu hijo vive”. Y creyó él, y toda su casa.
Juan IV, 46-53
Visto en: Santo Evangelio del Día (https://santoevangeliodia.blogspot.com/)