Santo Evangelio del Día: 11 de junio

Junio 11

SAN BERNABÉ
Apóstol

Doble mayor
(ornamentos encarnados)

Buscad la paz con todos y la santidad,
sin la cual nadie verá a Dios.
(Hebreos 12, 14)

 

Epístola

En aquellos días: Había entre ellos algunos varones de Chipre y Cirene, los cuales, llegados a Antioquía, conversaron también con los griegos anunciándoles al Señor Jesús; y la mano del Señor estaba con ellos, y un gran número abrazó la fe y se convirtió al Señor. La noticia de estas cosas llegó a oídos de la Iglesia que estaba en Jerusalén, por lo cual enviaron a Bernabé hasta Antioquía. Éste llegado allá, y viendo la gracia de Dios, se llenó de gozo, y exhortaba a todos a perseverar en el Señor según habían propuesto en su corazón; porque era un varón bueno y lleno de Espíritu Santo y de fe. Así se agregó un gran número al Señor. Partió entonces (Bernabé) para Tarso a buscar a Saulo y habiéndolo hallado lo llevó a Antioquía. Y sucedió que un año entero se congregaron en la Iglesia, instruyendo a mucha gente; y fue en Antioquía donde por primera vez los discípulos fueron llamados cristianos. Había en la Iglesia de Antioquía profetas y doctores: Bernabé, Simón por sobrenombre el Negro, Lucio de Cirene, Manahén, hermano de leche del tetrarca Herodes, y Saulo. A ellos, mientras ejercían el ministerio ante el Señor y ayunaban, dijo el Espíritu Santo: “Separadme a Bernabé y Saulo para la obra a la cual los tengo elegidos”. Entonces, después de ayunar y orar, les impusieron las manos y los despidieron.

Hechos XI, 21-26; XIII, 1-3

Evangelio

 

En aquel tiempo: Dijo Jesús a sus discípulos: Mirad que Yo os envío como ovejas en medio de lobos. Sed, pues, prudentes como las serpientes, y sencillos como las palomas. Guardaos de los hombres, porque os entregarán a los sanhedrines y os azotarán en sus sinagogas, y por causa de Mí seréis llevados ante gobernadores y reyes, en testimonio para ellos y para las naciones. Mas cuando os entregaren, no os preocupéis de cómo o qué hablareis. Lo que habéis de decir os será dado en aquella misma hora. Porque no sois vosotros los que habláis, sino que el Espíritu de vuestro Padre es quien, habla en vosotros. Y entregará a la muerte hermano a hermano y padre a hijo; y se levantarán hijos contra padres y los harán morir. Y seréis odiados de todos por causa de mi nombre; pero el que perseverare hasta el fin, ese será salvo.

Mateo X, 16-22

Visto en: Santo Evangelio del Día (https://santoevangeliodia.blogspot.com/)

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