En Roma, san Pío V, de la Orden de Predicadores, papa y confesor, que el día primero de este mes durmió en el Señor. Se aplicó con celo y con buen éxito a restablecer la disciplina eclesiástica, extirpar las herejías, y reducir los enemigos del nombre cristiano, gobernó la Iglesia católica con leyes sabia y con los ejemplos de una santa vida.
En Roma, san Silvano, mártir.
En Roma también, santa Crescenciana, mártir.
En Leucate de Sicilia, san Ángel, de la Orden de Carmelitas, presbítero y mártir, que por defender la fe católica fue cruelmente muerto por los herejes.
En Alejandría, san Eutimio, diácono, que murió en la cárcel por Cristo.
En Auxerre, el martirio de san Joviniano, lector.
En Salónica, el triunfo de los santos mártires Ireneo, Peregrino e Irene, los cuales, quemados en la hoguera, recibieron la palma del martirio.
En Jerusalén, san Máximo, obispo y confesor, a quien el César Maximiano Galerio, después de sacarle un ojo y quemarle con un hierro candente uno de los pies, condenó a las minas. Más tarde, recobrada la libertad y puesto al frente de la Iglesia de Jerusalén, ilustre por la confesión de la fe, descansó allí finalmente en paz.
En Edesa de Siria, san Eulogio, obispo y confesor.
En Arlés de Francia, san Hilario, obispo, insigne en santidad y doctrina.
En Viena de Francia, san Niceto, obispo, varón venerable en santidad.
En Bolonia, san Teodoro, obispo, esclarecido en méritos.
El mismo día, san Sacerdote, obispo de Sagunto.
En Milán, san Geroncio, obispo.
Allí mismo, la conversión de san Agustín, obispo y doctor de la Iglesia, a quien bautizó en este día el obispo san Ambrosio, después de haberle instruido en las verdades católicas.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Alabado y glorificado sea Dios eternamente.
Tomado de Cristo ¿Vuelve o no Vuelve? (https://vuelvecristo.blogspot.com/) y de Año Cristiano de Juan Croisset, S.J.