Martirologio romano
En Vanes de la Bretaña Menor, san Vicente Ferrer, de la orden de Predicadores, confesor, que, poderoso en obras y en palabras, convirtió a Cristo muchos millares de infieles.
En África, el suplicio de los santos mártires que, en la persecución del rey arriano Genserico, fueron asesinados el día de Pascua; al lector, mientras cantaba en el pulpito el Aleluya, le atravesaron con una saeta la garganta.
El mismo día, san Zenón, mártir, que untado con pez y arrojado al fuego, y herido en medio de la hoguera con una lanza, fue coronado con el martirio.
En la isla de Lesbos, el triunfo de cinco santas vírgenes, que consumaron el martirio por la espada.
En Salónica, santa Irene, virgen, que, por ocultar los sagrados Libros, contra el edicto de Diocleciano, después de sufrir la cárcel, fue asaeteada y quemada en una hoguera, de orden del presidente Dulcecio, que había antes martirizado juntas a sus hermanas Ágape y Quionia.
En Palma de la isla de Mallorca, santa Catalina Tomás, virgen, canonesa regular de la orden de san Agustín; a la cual el papa Pío XI puso en el número de las santas vírgenes.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Alabado y glorificado sea Dios eternamente.
Tomado de Cristo ¿Vuelve o no Vuelve? (https://vuelvecristo.blogspot.com/) y de Año Cristiano de Juan Croisset, S.J.