Martirologio romano
En Corinto, el triunfo de san Sóstenes, uno de los discípulos de san Pablo, de quien hace mención el mismo Apóstol, escribiendo a los Corintios. Sóstenes, de príncipe de la sinagoga, convertido a Cristo, cruelmente azotado en presencia del procónsul Galión, consagró con excelente principio las primicias de su fe.
En Roma, san Rufo, a quien con toda su familia Diocleciano hizo mártir de Cristo.
En África, los santos mártires Papiniano y Mansueto, obispos, que en la persecución vandálica, reinando Genserico Arriano, por la defensa de la fe católica, quemado todo el cuerpo con láminas de hierro candente, consumaron un glorioso combate. Entonces también otros nueve santos obispos, a saber: Valeriano, Urbano, Crescente, Eustaquio, Cresconio, Crescenciano, Félix, Hortulano y Florenciano, condenados al destierro, terminaron el curso de su vida.
En Constantinopla, los santos mártires Esteban el Joven, Basilio, Pedro, Andrés y otros trescientos treinta y nueve compañeros monjes, que, en tiempo de Constantino Coprónimo, por el culto de las sagradas Imágenes, atormentados con varios suplicios, confirmaron la verdad católica con el derramamiento de su sangre.
En Nápoles de Campania, la feliz muerte de Santiago de la Marca, sacerdote de la Orden de Menores y confesor, esclarecido por la aspereza de vida, predicación apostólica y por muchas legaciones desempeñadas en pro de la religión Católica; a quien el sumo pontífice Benedicto XIII puso en el catálogo de los santos.
En Francia, santa Catalina Laboure, virgen.
En Roma, el beato Gregorio, papa, tercero de este nombre, que se fue al cielo, ilustre en santidad y merecimientos.
En Dijón, santa Quieta, mujer del senador Hilario, de quien hace mención san Gregorio Turonense.
En Viena de Francia, san Felipe, obispo, quien presidió en el cuarto concilio de París, celebrado en San Pedro del Monte, hoy Santa Genoveva.
En Constantinopla, el venerable Simeón, llamado Metafrasto, Logoteto, compilador de vidas de santos.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Alabado y glorificado sea Dios eternamente.
Tomado de Cristo ¿Vuelve o no Vuelve? (https://vuelvecristo.blogspot.com/) y de Año Cristiano de Juan Croisset, S.J.