Martirologio romano
Conmemoración de san Pablo de la Cruz, presbítero y confesor, que fue fundador de la congregación titulada de la Cruz y Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, y descansó en el Señor el 18 de octubre.
En Ravena, el triunfo de san Vidal, mártir, esposo de santa Valeria y padre de los santos Gervasio y Protasio; a quien, por haber recogido y enterrado con el debido honor el cuerpo de san Ursicino, detuvo el consular Paulino, y, después de atormentarle en el potro, mandó que lo atrojasen en una profunda hoya, donde con tierra y piedras lo enterrasen, y con tal martirio pasó a unirse con Cristo.
En Atina de Campania, san Marcos, que, ordenado obispo por el apóstol san Pedro, fue el primero que predicó el Evangelio a los Equícolas; y en la persecución de Domiciano, y siendo presidente Máximo, recibió la corona del martirio.
En Brusa de Bitinia, los santos Patricio, obispo, Acacio, Menandro y Polieno, mártires.
En el mismo día, los santos Afrodisio, Caralipo, Agapio y Eusebio, mártires.
En Panonia, san Polión, mártir, en el imperio de Diocleciano.
En Milán, santa Valeria, mártir, mujer de san Vidal y madre de los santos Gervasio y Protasio.
En Alejandría, el suplicio de santa Teodora, virgen y mártir; la cual, rehusando sacrificar a los ídolos, fue llevada a un lugar infame, del que, por especial favor de Dios, súbitamente la sacó un cristiano llamado Dídimo, cambiando con ella el traje; el cual más tarde, en la persecución de Diocleciano, y presidiendo Eustracio, fue con la misma virgen atormentado, y con ella coronado.
En Tarazona de la España Tarraconense, san Prudencio, obispo y confesor.
En Corfinio de los Pelignos, san Pánfilo, obispo de Valva, ilustre por su caridad con los pobres y por el don de milagros, cuyo cuerpo está sepultado en Sulmona.
En la aldea de san Lorenzo, junto al Sèvre, diócesis de Luzón, san Luis María Grignion de Monfort, confesor, fundador de los Misioneros de la Compañía de María y de las Hijas de la Sabiduría, insigne por la forma de vida apostólica, por la predicación y por la devoción a la santísima Virgen; al cual el Papa Pío XII puso en el catálogo de los santos.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Alabado y glorificado sea Dios eternamente.
Tomado de Cristo ¿Vuelve o no Vuelve? (https://vuelvecristo.blogspot.com/) y de Año Cristiano de Juan Croisset, S.J.