Martirologio romano
En Isola del Abruzzo, san Gabriel de la Virgen Dolorosa, clérigo de la congregación llamada de la Cruz y Pasión del Señor, y confesor; el cual, esclarecido con grandes méritos en el breve curso de su vida, y con milagros después de la muerte, fue puesto en el catálogo de los santos por el papa Benedicto XV.
En Roma, el triunfo de los santos mártires Alejandro, Abundio, Antígono y Fortunato.
En Alejandría, el suplicio de san Julián, mártir, que, padeciendo de gota hasta el punto de no poder andar ni mantenerse en pie, fue presentado al juez con dos criados suyos, que le llevaban en una silla; de éstos, el uno negó la fe; el otro, llamado Euno, perseveró con su amo en la confesión de Cristo. Ambos, Julián y Euno, puestos en sendos camellos, fueron paseados por toda la ciudad, cruelmente azotados, y por último, encendida una hoguera, quemados en medio del pueblo, que lo contemplaba.
En el mismo lugar, san Besas, soldado, el cual, como refrenase a los que insultaban a dichos mártires, llevado al juez y confesando constantemente la fe, fue decapitado.
En Sevilla de España, el tránsito de san Leandro, obispo de la misma ciudad, hermano de los santos Isidoro obispo y Florentina virgen; el cual, con su predicación e industria, y con la ayuda del Rey Recaredo, convirtió a la nación Visigoda, de la impiedad arriana a la fe católica.
En Constantinopla, los santos confesores Basilio y Procopio, que en tiempo del emperador León combatieron valerosamente por el culto de las sagradas imágenes.
En Lyon de Francia, san Baldomero, subdiácono, varón consagrado a Dios, cuyo sepulcro resplandece con frecuentes milagros.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Alabado y glorificado sea Dios eternamente.
Tomado de Cristo ¿Vuelve o no Vuelve? (https://vuelvecristo.blogspot.com/) y de Año Cristiano de Juan Croisset, S.J.