Martirologio romano
La fiesta de san Gabriel Arcángel, que fue enviado por Dios para anunciar el misterio de la Encarnación del Verbo divino.
En Roma, san Epigmenio, presbítero, el cual, en la persecución de Diocleciano, degollado por sentencia del juez Turpio, consumó el martirio.
Allí mismo, el suplicio de san Pigmenio, presbítero, que en tiempo de Juliano Apóstata, precipitado en el Tíber, fue muerto por la fe de Cristo.
También en Roma, los santos mártires Marcos y Timoteo, coronados del martirio en tiempo del emperador Antonino.
En Cesarea de Palestina, el triunfo de los santos mártires Timolao, Dionisio, Páusides, Rómulo, Alejandro, otro Alejandro, Agapio y otro Dionisio; los cuales, en la persecución de Diocleciano, por sentencia del presidente Urbano, al golpe del hacha merecieron las coronas de la vida.
En la Mauritania, el suplicio de los santos hermanos Rómulo y Segundo, que murieron por la fe de Cristo.
En Trento, el martirio del niño san Simeón, atrozmente muerto por los judíos, el cual resplandeció después en muchos milagros.
En Sínada de Frigia, san Agapito, obispo.
En Brescia, san Latino, obispo.
En Siria, san Seleucio, confesor.
En Suecia, santa Catalina, virgen, que fue hija de santa Brígida.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Alabado y glorificado sea Dios eternamente.
Tomado de Cristo ¿Vuelve o no Vuelve? (https://vuelvecristo.blogspot.com/) y de Año Cristiano de Juan Croisset, S.J.