Martirologio romano
La vigilia de san Bartolomé, apóstol.
San Felipe Benicio, confesor, que fue propagador de la Orden de Siervos de la bienaventurada Virgen María, y pasó al Señor el día de ayer. Fue puesto en el número de los santos por el papa Clemente X.
En Ostia del Tíber, san Quiríaco, obispo, san Máximo, presbítero, san Arquelao, diácono, y sus compañeros, todos mártires, que padecieron, por orden del prefecto Ulpiano, en tiempo de Alejandro.
En Antioquía, el triunfo de san Restituto, san Donato, san Valeriano y santa Fructuosa, con otros doce, todos mártires, los cuales fueron coronados con el preclarísimo honor de su confesión.
En Egea de Cilicia, san Claudio, san Asterio y san Neón, hermanos, mártires, los cuales, acusados por su madrastra de ser Cristianos, en el imperio de Diocleciano y siendo presidente Lisias, al cabo de acerbos tormentos, fueron clavados en la cruz, y en ella vencedores triunfaron con Cristo. Padecieron después de ellos santa Donvina y santa Teonila.
En Reims de Francia, el triunfo de san Timoteo y san Apolinar, los cuales, consumado el martirio en la misma ciudad, merecieron el reino celestial.
En Lyon de Francia, san Minervo y san Eleazar, con ocho hijos, todos mártires.
Igualmente, san Lupo, mártir, el cual, siendo de condición esclavo, alcanzó la libertad de Cristo y fue además honrado con la corona del martirio.
En Jerusalén, san Zaqueo, obispo, que gobernó la Iglesia de Jerusalén el cuarto después del Apóstol Santiago.
En Alejandría, san Teonás, obispo y confesor.
En Útica de África, san Víctor, obispo.
En Autún, san Flaviano, obispo.
En Clermont en Auvernia, san Sidonio, obispo, ilustre por su doctrina y santidad.
En Ruan, san Flieu, obispo.
En Uzez, san Veredemo, solitario.
En Metz, san Spero, obispo.
En Saint-Seine en Borgoña, san Altigiano y san Hilarino, monjes, martirizados por los Sarracenos.
En Singidone en Misia, san Hermógenes y san Fortunado, mártires, cuyos cuerpos se veneran en Aquileya.
En Verona, san Moderato, obispo, honrado con culto anual en aquella ciudad, en la iglesia de San Esteban, donde se ve junto a la pila el lugar donde fue enterrado.
En Etiopía, san Moisés, obispo de Ferma.
Tomado de Cristo ¿Vuelve o no Vuelve? (https://vuelvecristo.blogspot.com/) y Año Cristiano de Juan Croisset, S.J.