Martirologio romano
En la isla Poncia, el triunfo de san Silverio, papa y mártir, el cual, por no querer restituir en su silla a Antimo, obispo hereje, depuesto por su predecesor Agapito, fue a instancia de la impía emperatriz Teodora, condenado por Belisario al destierro, donde falleció consumido de trabajos por la fe católica.
En Roma, el tránsito de san Novato, que fue hijo de san Pudente, senador, y hermano de san Timoteo, presbítero, y de las santas vírgenes de Cristo Pudenciana y Práxedes, que fueron por los apóstoles instruidos en la fe, y su casa, convertida en Iglesia, se llamó con el título de Pastor.
En Tomis del Ponto, los santos mártires Pablo y Ciriaco.
En Petra de Palestina, san Macario, obispo, que después de haber padecido muchísimo de parte de los arrianos, desterrado al África, confesor descansó en el Señor.
En Sevilla de España, santa Florentina, virgen, hermana de los santos obispos Leandro e Isidoro.
En Saez, san Latuino, presbítero.
En la Picardía, san Gobando, presbítero.
En Dronguen junto a Gante, santa Aldegonda, virgen.
En dicho día, san Baño, obispo de Teruena, y antes abad de san Vandrilo.
En Treves, la venerable Elia, abadesa.
En Egipto, san José de Tebas, solitario.
En Belluno en la Marca Trevisana, santa Abacia.
En Inglaterra, santa Idaberga, virgen.
Cerca del Wolfen-Buttel, el venerable Alberto, primer obispo de Magdeburgo.
En Breslau en Silesia, santa Benigna, religiosa cisterciense, martirizada por los tártaros.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Alabado y glorificado sea Dios eternamente.
Tomado de Cristo ¿Vuelve o no Vuelve? (https://vuelvecristo.blogspot.com/) y de Año Cristiano de Juan Croisset, S. J.