Martirologio romano
En Tiro de Fenicia, la conmemoración de muchos santos mártires, cuyo número sólo es conocido de Dios. Todos ellos, imperando Diocleciano, fueron muertos por Veturio, general del ejército, a poder de multiplicados y sucesivos tormentos: porque primero les desgarraron con azotes todo el cuerpo, después los echaron a varias clases de fieras; pero saliendo, por divina virtud, completamente ilesos, finalmente, en el bárbaro suplicio del fuego y del cuchillo consumaron el martirio. Animaban a la victoria a esta gloriosa multitud los obispos Tiranión, Silvano, Peleo y Nilo, y el presbítero Zenobio, los cuales, con feliz combate, en compañía de los demás, alcanzaron la palma del martirio.
En Constantinopla, san Eleuterio, obispo y mártir.
En Persia, el triunfo de san Sadot, obispo, y otros ciento veintiocho; los cuales, en tiempo de Sapor, rey de Persia, negándose a adorar al sol, se granjearon, con muerte cruel, ilustres coronas.
En Chipre, los santos mártires Potamio y Nemesio.
En Catania de Sicilia, san León, obispo, que resplandeció en virtudes y milagros.
En el mismo día, san Euquerio, obispo de Orleans, que, tanto más resplandeció por sus milagros cuanto con más calumnias le acusaban sus émulos.
En Tournay de las Galias, san Eleuterio, obispo y confesor.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Alabado y glorificado sea Dios eternamente.
Tomado de Cristo ¿Vuelve o no Vuelve? (https://vuelvecristo.blogspot.com/) y de Año Cristiano de Juan Croisset, S.J.