Martirologio romano
En Cesarea de Capadocia, la pasión de san Longino, soldado, el que dicen abrió con una lanza el costado de Jesucristo.
En el mismo día, el tránsito de san Aristóbulo, discípulo de los apóstoles, el cual fue martirizado después de haber acabado la carrera de su predicación.
En Tesalónica, santa Matrona, esclava de una mujer judía, la cual, adorando ocultamente a Jesucristo, y acudiendo a la iglesia diariamente a escondidas, habiéndolo descubierto su ama, fue atormentada con diversos tormentos, y manteniéndose ella constante en confesar a Jesucristo, la molieron a palos hasta que entregó a Dios su inmaculado espíritu.
En Pario, en el Helesponto, san Menigno, mártir, el cual, según la tradición, padeció bajo el emperador Decio.
En Egipto, san Nicandro, mártir, el cual, recogiendo cuidadosamente las reliquias de los santos mártires, mereció serlo él también, en el imperio de Diocleciano.
En Vercelli, san Eusebio, obispo.
En Rieti, san Probo, obispo y mártir, al cual asistieron en la agonía los mártires Juvenal y Eleuterio.
En Roma, el tránsito de san Zacarías, papa, el cual gobernó la Iglesia de Dios con suma vigilancia, y esclarecido en méritos, descansó en paz.
También en Roma, san Especioso, monje cuya alma vio un hermano suyo volar al cielo.
Cerca de Burgos, en la región de Castilla, en España, san Sisebuto, abad de Cardeña.
En Córdoba, en la región hispánica de Andalucía, santa Leocricia, virgen y mártir, que, nacida de familia musulmana, ocultamente abrazó la fe de Cristo y, detenida en casa junto con san Eulogio, cuatro días después del martirio de éste pasó a la gloria eterna al ser degollada.
En París, en Francia, santa Luisa de Marillac, viuda.
En Viena, en Austria, san Clemente María Hofbauer, presbítero.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Alabado y glorificado sea Dios eternamente.
Tomado de Cristo ¿Vuelve o no Vuelve? (https://vuelvecristo.blogspot.com/) y de Año Cristiano de Juan Croisset, S.J.