Martirologio romano
En Roma, san Hegesipo, el cual, en los tiempos inmediatos a los Apóstoles, vino a Roma a visitar al papa Aniceto y allí permaneció hasta el pontificado de Eleuterio. En este intermedio compuso la Historia Eclesiástica desde la pasión de nuestro Señor hasta su tiempo, escribiéndola sencillamente, para pintar hasta en el estilo el carácter de aquellos cuya vida imitaba.
En Mitilene, en la isla de Lesbos, san Jorge, obispo, que en tiempo del emperador León el Armenio tuvo que padecer mucho por el culto de las sagradas imágenes.
En el monasterio de Crespin, en Hainaut, san Alberto, presbítero y monje, que diariamente, después de la salmodia, de rodillas o postrado recitaba todo el salterio y comunicaba la divina misericordia a los penitentes que acudían a él.
En el monasterio de los Premostratenses de Steinfeld, en Alemania, san Germán (o Herminio) José, presbítero, que brilló por su delicado amor hacia la Virgen María y celebró con himnos y cánticos su devoción hacia el divino Corazón de Jesús.
En Worcester, Inglaterra, beatos mártires Eduardo Oldcorne, presbítero, y Rodolfo Ashley, religiosos de la Compañía de Jesús, que ejercieron clandestinamente el ministerio durante muchos años, pero finalmente, acusados de tomar parte en un complot contra el rey Jacobo I, fueron encarcelados y torturados, y después descuartizados vivos.
En África, la fiesta de los santos mártires Epifanio, obispo, Donato, Rufino y otros trece.
En Sinope, en la provincia del Ponto, doscientos bienaventurados mártires.
En Cilicia, san Caliopo, que después de sufrir varios tormentos en tiempo del prefecto Máximo fue crucificado cabeza abajo y honrado así con glorioso triunfo.
En Nicomedia, san Ciriaco y otros diez mártires.
En Alejandría, san Pelusio, presbítero y mártir.
En Verona, san Saturnino, obispo y confesor.
En Siria, san Afraates, anacoreta, que en tiempo del emperador Valente defendió la fe católica contra los arrianos con la eficacia de sus milagros.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Alabado y glorificado sea Dios eternamente.
Tomado de Cristo ¿Vuelve o no Vuelve? (https://vuelvecristo.blogspot.com/) y de Año Cristiano de Juan Croisset, S.J.